Digitalizaste. Implantaste sistemas. Automatizaste procesos.
Y ahora, con la irrupción de la inteligencia artificial, sabes que necesitas ir mucho más allá.
Pero algo falla.
Tu empresa no avanza a la velocidad del cambio.
No es por falta de tecnología.
Es por falta de integración humana.
Y ahí es donde empiezan los problemas reales.
Porque la transformación que de verdad importa hoy no es digital:
Es mental. Es cultural. Es estratégica.
El 80% de los proyectos de inteligencia artificial no alcanzan el éxito, duplicando la tasa de fracaso de otros proyectos tecnológicos que no están relacionados con la IA.
(Fuente: RAND Corporation)
Fracasan no por lo técnico,
sino porque el equipo no los abraza.
La tecnología funciona.
Pero si el equipo no cambia, da igual lo que implantes.
El problema está en otro lugar.
La transformación digital tiene muy poco de “digital” y muchísimo de comportamiento humano.
Todo fluye hasta que el equipo tiene que cambiar su forma de trabajar:
- Hacer procesos que antes no hacían
- Registrar información que antes ignoraban
- Aprender nuevas herramientas que no dominan
- Asumir errores, frustraciones y pérdida de tiempo al principio
Y ahí, muchos dicen: “Esto no me ayuda, me está complicando la vida”.
Es el punto de ruptura.
Ahí es donde una empresa se transforma… o tropieza.
Porque si nadie acompaña al equipo, si no hay una estrategia de talento que les inspire, les haga entender el propósito y les ayude a adaptarse, el proyecto no despega.
Y cuando no despega, desgasta. Ralentiza. Bloquea. Y fracasa.
Y lo más paradójico es que los argumentos racionales no bastan.
Puedes explicar todos los beneficios, dar datos, repetir las ventajas…
Y no sirve.
La transformación no se consigue con discursos.
Se consigue seduciendo, emocionando e implicando.
Comprendiendo y asumiendo que la parte más importante del cambio es humano.
Inspirar. Influir. Implicar.
Ese es el triángulo del éxito en cualquier transformación.
Y sí, puede parecer sencillo.
Pero solo las empresas que cuentan con una estrategia sólida en talento logran convertir la tecnología en resultados.
Eso es lo que hacemos en Kainova con nuestro método K180®: transformar estrategias digitales en resultados reales a través del talento.
Lo vemos cada día.
Equipos desbordados. Líderes sin margen. Tecnología instalada… pero bloqueada.
Esperar tiene un coste. Muchas empresas lo descubren demasiado tarde.
No dejes que la tuya seas una de ellas.
«El éxito no depende de la tecnología. Depende de las personas.»
Carme Castro, CEO de Kainova.
Más de 20 años acompañando procesos de transformación en empresas reales.