Hoy en día, conceptos como el liderazgo y el talento son esenciales para que un equipo de trabajo sea efectivo y exitoso en el cambiante mundo empresarial. En esta nueva columna de opinión, la profesional y reconocida Mg. Carme Castro, aborda la realidad empresarial en un entorno marcado por desafíos tecnológicos y disruptivos.
La realidad empresarial
Las empresas son, cada vez, más consciente de la necesidad de tener organizaciones flexibles para afrontar los retos que los avances tecnológicos y disruptivos imponen irrumpiendo a gran velocidad.
Así lo demuestran las estadísticas, el 83% de las organizaciones cree que necesita mayor velocidad y agilidad para hacer frente a los actuales cambios.(1)
Al progreso tecnológico se le suman, simultáneamente, cambios sociales, medioambientales, geopolíticos, y situaciones altamente complejas que impiden a sus empresas regirse por un modelo tradicional como es el modelo jerárquico.
Esa necesidad de agilidad requiere modelos de gestión más sofisticados, dinámicas ágiles a nivel operativo, y ágiles en la capacidad para captar oportunidades antes que la competencia. Necesitan un incremento de resiliencia para equilibrar la eficiencia de la operativa con la innovación constante.
Todo ello acompañado de una visión más ecológica y con un propósito claro y beneficioso para los habitantes del planeta.
Dicho de otra forma, las empresas necesitan personas capaces de aportar soluciones a problemas hipercomplejos, a la par que innovan constantemente si no quieren ser barridos por la competencia
Según una encuesta de PwC, el 40% de los CEO cree que sus compañías dejarán de ser viables en 10 años si no hacen nada.
Existe una clara necesidad de transformar las organizaciones.
El Talento es imprescindible
La tecnología va a sustituir cualquier actividad repetitiva e irá sustituyendo otras actividades donde la inteligencia artificial va a ofrecer una respuesta más rápida y eficiente.
Es por ello por lo que la revolución de este siglo está en el Talento. Y no solo por este motivo, también lo es porque las personas son las únicas capaces de soñar, imaginar e inventar.
Las personas son las únicas, al menos hasta que se cree la superinteligencia artificial, que pueden imaginar soluciones creativas, pueden inventar y esas capacidades ahora son necesarias.
Las empresas tienen que invertir en desarrollar las nuevas capacidades que necesitan para lograr crecer ante cualquier adversidad.
Empresa líquida y Liderazgo disruptivo
Transitar de una estructura organizativa jerárquica a una estructura líquida para aportar esa flexibilidad, requiere, además de capacitar a los profesionales, de un nuevo estilo de liderazgo.
Un estilo de liderazgo disruptivo que se sienta cómodo fuera de la zona de confort, que equilibre la excelencia operativa con la capacidad de vislumbrar las oportunidades que el contexto le brinda.
Un estilo de liderazgo que rompe patrones instaurados durante décadas en las empresas jerárquicas, con todo lo que conlleva: forma de trabajar con hábitos arraigados, la comprensión de lo que es una posición de trabajo, forma de relacionarse interna y externamente.
Líderes disruptivos:
- Con nuevas capacidades y forma de comprender la organización.
- Que impulsan esa transformación en el equipo humano.
- Capaces de transformar el modelo organizativo, y de crear un contexto que permite empoderar a los profesionales, trabajar con la inteligencia colectiva y dar soluciones, crear nuevas soluciones e innovar para ser competitivos.
Estamos pasando de una era de líderes individuales a una era de equipos de liderazgo en red que dirigen la organización, afirma McKinsey. (3)
La revolución del talento
Nunca en la historia ha sido tan necesario aflorar el talento de las personas.
Un talento capaz de reimaginar un nuevo estilo de liderazgo.
Un talento para construir un modelo de empresa líquida.
Un talento para trabajar de una forma distinta a la que conocemos.
Un talento que co-cree soluciones ingeniosas a problemas hipercomplejos.
Un talento que imagine aplicaciones innovadoras con la tecnología que va apareciendo.
La complejidad y la velocidad a los cambios no pueden abordarse desde la individualidad, se necesita trabajar con la inteligencia colectiva para co-crear con las personas que puedan aportar independientemente de su posición o función en la empresa.
El talento es lo más valioso para que una empresa sea competitiva en la incertidumbre y crezca en un contexto de disrupción constante.
Referencias
- (1) Estudio de 2022 de ManpowerGroup (The Great Realization)
- (2) 26ª Encuesta Mundial de CEOs de PwC
- (3) McKinsey, Nuevo liderazgo para una nueva era de organizaciones prósperas
Vía: Adipa