Imagina una antigua locomotora de vapor que ha estado funcionando durante décadas en una vía férrea tradicional.
Aunque en su momento fue una maravilla de la ingeniería, con el paso del tiempo comienza a mostrar signos de desgaste.
Su eficiencia se ve comprometida, sus costos de mantenimiento son altos y su velocidad es limitada en comparación con los modernos trenes de alta velocidad.
Sin embargo, en lugar de desechar la locomotora, el equipo de ingenieros decide emprender una transformación radical.
Combinando la artesanía tradicional con la tecnología de vanguardia, modernizan la locomotora con motores eléctricos de última generación, sistemas de control avanzados y materiales innovadores.
Esta metamorfosis no solo revoluciona el rendimiento de la locomotora, sino que también transforma su propósito.
De ser una reliquia del pasado, pasa a convertirse en un símbolo de innovación y eficiencia en la red ferroviaria.
Ahora es capaz de alcanzar velocidades impresionantes, transportando pasajeros y mercancías de manera rápida y segura.
Esta metáfora ilustra cómo una empresa puede reinventarse a sí misma, al igual que la locomotora.
La cuestión aquí es cómo hacerlo eficiente, ágil y rápidamente.
Para pasar del mundo metafórico al tuyo real, hablemos de dos conceptos esenciales para tangibilizar, en tu organización, una transformación extraordinaria como esta.
Hablemos de Rentabilidad y Talento.
Menos facturación y más rentabilidad
Es habitual utilizar cifras de facturación como referencia para dimensionar una compañía.
En el siglo pasado, las organizaciones han utilizado la facturación como indicador de su tamaño y capacidad, asociándola directamente con la infraestructura necesaria para sostenerla: equipo humano, locales, activos, tecnología… entre otras cosas.
Esta forma de imaginar el tamaño de una organización se ha puesto en entredicho en el siglo XXI, pues existen empresas con negocios digitales que mueven millones de euros con una estructura pequeña inimaginable en el siglo XX.
Ejemplo de ello es la empresa Bottlekeeper, un negocio millonario con apenas seis trabajadores y con Internet como su único canal de comercialización: más de un millón de dólares en ventas en 24 horas e inversores como Mark Cuban, dueño de los Dallas Mavericks de la NBA1.
Parafraseando a Alex López, la venta digital necesita 0 metros cuadrados. Una referencia de que los modelos de venta han cambiado.
La facturación ya no es un parámetro de referencia de estructura organizativa.
Ahora, lo realmente interesante es la rentabilidad.
A mayor rentabilidad, mayor capacidad de hacer crecer el negocio.
Aumenta tu rentabilidad y aumentarás tus oportunidades de invertir en los trampolines necesarios para crecer: innovación, talento, formación…
Una vez está claro que, en un mercado incierto y cambiante, una estrategia robusta a medio y largo plazo requiere niveles de rentabilidad crecientes que nos permitan reforzar continuamente nuestra competitividad, y capear cualquier imprevisto sin sufrir, la cuestión es:
¿Cómo incrementar mi rentabilidad?
Primera opción, dada una facturación determinada, podríamos incrementar la rentabilidad reduciendo gastos y optimizando procesos.
Sin embargo, esta opción no va a ser una respuesta ni para todos los casos ni para todos los momentos.
Cuando has logrado automatizar y digitalizar al máximo, la optimización topa, irremediablemente, con su límite.
¿De qué forma podemos, entonces, seguir incrementando la rentabilidad?
He aquí un secreto a voces:
Para incrementar la rentabilidad de tu empresa, invierte en el talento del equipo humano.
La ecuación es sencilla:
A mayor talento, más capacidad para incrementar la rentabilidad.
Hay todavía una opción más capaz de potenciar esta segunda vía:
Combinar el talento con las nuevas capacidades que tenemos que desarrollar en este siglo XXI.
Se trata de desarrollar el talento de tu organización para convertirlo en:
- Un talento capaz de aliarse con la Inteligencia artificial para lograr incrementar exponencialmente su productividad.
- Un talento capaz de influir y elevar el talento con el que se relaciona.
- Un talento capaz de fluir con las circunstancias acaparando las oportunidades.
- Un talento que sabe cocrear con talento logrando resultados extraordinarios en tiempos récord.
- Un talento con la creatividad para imaginar lo inimaginable y hacerlo posible.
- Un talento capaz de tomar decisiones al ritmo que los datos le informan.
- Un talento que incrementa de forma constante sus capacidades y habilidades.
Lograr un talento como este en tu empresa es promover un talento que maximiza rentabilidades y genera, continuamente, nuevas posibilidades de crecimiento.
Lograr un talento como este es crear una cultura innovadora.
¿En qué manos estás dejando el futuro de tu empresa?
Formar a las personas sin un contexto que promueva que lo aprendido se aplique es dejar en manos de la voluntad de las personas la rentabilidad derivada de esa formación.
Puede que tengas suerte, pero aquello de que “la cabra siempre tira al monte”, es un dicho popular por algo.
Las personas, si encuentran dificultades para aplicar lo nuevo que van integrando, o un contexto que no las acompaña a arriesgarse y probar, fácilmente volverán a lo de siempre.
Si, además, no comprenden el valor que tiene la aplicabilidad de lo nuevo aprendido, y el beneficio que aporta, entonces seamos conscientes de que estamos dejando en sus manos incrementar la rentabilidad, o no, de tu organización.
En realidad, es aún más grave, porque lo que también estás dejando al azar es el futuro del negocio.
Las consecuencias de hacerlo deben medirse, también, en los siguientes términos:
El talento atrae talento.
La mediocridad atrae mediocridad.
Asegura que el contexto de tu organización, vuestra cultura corporativa, refuerce en todo momento la obtención de rentabilidad con cada formación o entrenamiento.
No lo dejes a merced de cómo sople el viento, y garantizarás que os convertís en un imán para el talento.
Un último apunte para sumar aún más rentabilidad y talento:
En un contexto en el que la ventaja competitiva se puede obtener aunando el talento con la inteligencia artificial, alcanza la exponencialidad con la inteligencia artificial colectiva.
Utiliza el poder de la inteligencia colectiva con la inteligencia artificial.
¿Esta tu equipo humano preparado para hacer ese salto exponencial?