Nos obsesiona lo que la inteligencia artificial hará con las empresas, pero casi nadie habla de lo que está haciendo —silenciosamente— con los líderes
La inteligencia artificial no va a eliminar tu empresa. Pero podría dejar obsoleto tu liderazgo.
La verdadera amenaza actual para las organizaciones no es la IA, sino la falta de liderazgo capaz de acompañar y acelerar el cambio que esta tecnología exige. La falta de un liderazgo preparado para encajar la disrupción y convertirla en oportunidad.
Los directivos reconocen que sus modelos de liderazgo deben cambiar. Pero una cosa es admitirlo y otra muy distinta es actuar. El tiempo de los liderazgos reactivos, de los que esperan a ver qué hace la competencia y esperan a que sean otros quienes se aventuren para reducir riesgos, ha llegado a su fin.
La verdadera amenaza actual para las organizaciones no es la IA, sino la falta de liderazgo capaz de acompañar y acelerar el cambio que esta tecnología exige
La transformación empieza con una nueva mentalidad del líder. Y todos sabemos que eso requiere de un tremendo esfuerzo. Hoy ya no basta con adaptar procesos ni con implementar herramientas digitales. Es necesario algo mucho más profundo: una transformación en la identidad del liderazgo. En cómo se toman decisiones, en cómo se inspira al equipo, en cómo se reinterpreta la estrategia desde una mirada más ágil, más humana y conectada con el entorno.
Porque no se trata solo de cambiar la forma en que trabajamos. Se trata de cambiar la forma en que pensamos el trabajo, la empresa y el propósito. De transformar la acción a través de una nueva mirada. Cuando cambia la mirada del líder, cambia el impacto de su liderazgo. Y con él, cambia la organización.
Liderazgo disruptivo
El modelo de liderazgo disruptivo supone integrar dos planos que durante demasiado tiempo se han abordado por separado: la estructura organizativa y el desarrollo del liderazgo.
Este enfoque revolucionario combina la evolución estructural con una transformación profunda en la mentalidad de los líderes, algo que, según los expertos, es esencial para enfrentar los tiempos de incertidumbre y cambio acelerado.
El modelo de liderazgo disruptivo supone integrar dos planos que durante demasiado tiempo se han abordado por separado: la estructura organizativa y el desarrollo del liderazgo.
Es el camino para formar líderes que entienden que no pueden dejar de evolucionar en un mundo revolucionado. Líderes que, además, poseen las herramientas para hacerlo, prosperando no solo una vez, sino de manera continua en una era marcada por la inteligencia artificial y la disrupción constante.
El presente y futuro exige líderes con una identidad transformadora, que aprendan, desaprendan y vuelvan a aprender como parte de su trabajo cotidiano. Que no teman soltar estructuras obsoletas. Que entiendan que liderar es evolucionar con el cambio, no resistirse a él. Que potencie y eleve el talento creando modelos de empresa y dinámicas de trabajo que expandan el aprender, desaprender y reaprender en su cultura corporativa.
La decisión es ahora
Ninguna empresa va a ser eliminada por la tecnología si tiene líderes que saben cómo evolucionar con ella y saben involucrar a los equipos en esa filosofía de trabajo. Pero muchas quedarán atrás si sus liderazgos siguen operando con esquemas del siglo pasado.
Llevamos años hablando de transformación digital, pero sin transformación del liderazgo no hay cambio real. Solo adaptaciones parciales, cosméticas, que no generan impacto sostenible. Y en este contexto, lo urgente ya no es decidir si cambiar. Lo urgente es decidir cómo liderar ese cambio.
Llevamos años hablando de transformación digital, pero sin transformación del liderazgo no hay cambio real
El líder disruptivo no es simplemente un buen gestor en tiempos turbulentos. Es un catalizador que transforma activamente las amenazas en oportunidades y las resistencias en innovaciones. Su mentalidad y comportamiento ante el cambio tiene una mirada que lo anticipa, lo facilita y lo aprovecha como ventaja competitiva.
El líder disruptivo está constantemente evaluando qué debe conservarse y qué debe reinventarse. Nada que ver con el liderazgo tradicional. Porque no es la IA quien decidirá el futuro de tu empresa. Es tu liderazgo el que lo hará.
Y si ese liderazgo no se transforma, no importará cuánta tecnología incorpores: seguirás tomando decisiones del siglo XX en un mundo que ya vive en el XXI.
No es la disrupción lo que pone en riesgo tu empresa. Es cómo eliges —o no eliges— liderarla.
Vía: Vozpópuli