Es posible que las líneas que siguen te resulten familiares:
Las personas han de adaptarse a los cambios inevitables y aprender a relacionarse con un entorno inestable altamente tecnológico.
La transformación va más allá de la digitalización de la que tanto se ha hablado, y siendo conscientes de que probablemente nos hallemos en un estado similar al de la oruga que no sabe exactamente quién y cómo va a ser tras superar su fase de crisálida, debemos plantearnos:
Transformarnos en qué y para qué.
Esa es la gran pregunta.
Sobre todo, para el CEO.
En Kainova apostamos por que esa transformación sea hacia el modelo de Empresa Líquida.
Son unas líneas de nuestra newsletter titulada La información valiosa que no tienen las orugas y que dará alas a tu organización.
En aquella ocasión te hablaba de lo que significa la Transformación y de la necesidad de que nos lleve a convertirnos en una Empresa Líquida.
Para llevar a cabo esta transformación con éxito, te contaba también entonces, que necesitamos una estrategia centrada en el acompañamiento a las personas.
Te lo explicaba de este modo:
[En su transformación a una Empresa Líquida] Lo que todas las organizaciones sin excepción han de contemplar en su estrategia, es cómo acompañar a las personas en esa transformación.
Por una razón muy simple: cualquier cambio tecnológico, o de enfoque, de proceso, de metodología o de relaciones, acaba siempre en el mismo punto: las personas.
Las personas son las que llevan esos cambios a la realidad.
Las personas pueden contribuir a la transformación o pueden dificultarla.
Todo depende de la comprensión y alineación que tengan en relación con los cambios.
No hay transformación de éxito sin acompañamiento al equipo humano.
Llegados a este punto, sabemos que para llegar a ser una empresa que fluye en un medio incierto y de veloz cambio, necesitamos una estrategia que:
- Transforme nuestra organización en una empresa líquida
- Acompañe al equipo humano en esta transformación
Ahora que tenemos la estrategia clara, estamos preparados para pasar al siguiente nivel: el nivel táctico.
En este nivel definimos las acciones concretas que nos permitirán alcanzar nuestro objetivo.
Vamos a por ello.
Concreta la táctica
Definir las acciones concretas que vas a realizar para una transformación de éxito puede suponer para ti la misma inseguridad que experimenta un escritor bloqueado ante el papel en blanco.
¿Qué acción es la ideal en un contexto cambiante para mi empresa?
Dado que la transformación que el entorno nos exige es una nueva, nos encontramos ante una falta de referencias que puede ser un obstáculo importante para vuestro avance.
En este punto, lo siguiente te ayudará:
“Lo simple puede ser más difícil que lo complejo: tienes que trabajar duro para que tu pensamiento sea limpio y hacerlo simple. Pero al final vale la pena porque una vez que llegas allí, puedes mover montañas.
Steve Jobs
Quédate, por ahora, con la idea de “simplicidad”.
Y avancemos por otro lado, desde esta otra perspectiva:
¿Hasta qué punto es necesario que todo esté investigado, probado y validado científicamente?
Yuval Noah Harari plantea algo muy interesante al respecto. Dice:
Los científicos, en general, están de acuerdo con que ninguna teoría es 100% correcta. Por lo tanto, la real prueba del conocimiento no es su verdad, sino su utilidad. La ciencia nos da poder. Cuanto más útil es ese poder, mejor es la ciencia.
Existen modelos que no son la realidad, pero son útiles.
Si son útiles, los utilizamos.
No se trata del modelo, sino de su aplicación
El modelo de la Navaja de Occam nos enseña que cuanto más sencillo es un modelo, más segura es su utilidad.
No hay modelos perfectos, pero hay modelos perfectibles con la práctica.
No demoremos la acción esperando encontrar un modelo mejor.
En la vida real buscamos constantemente referencias, modelos, teorías que nos ayuden a comprender y también que nos sirvan a la hora de tomar decisiones.
Nos sentimos más seguros cuando tomamos decisiones sobre temas en donde existe una teoría o modelo contrastado.
Nos sentimos altamente inseguros cuando decidimos sin conocer probabilidades de acierto debido a la falta de referencias.
La realidad es que no siempre existen, pero puedes crearlas, de forma más o menos científica.
Eso sí, como decía Steve Jobs:
…tienes que trabajar duro para que tu pensamiento sea limpio y hacerlo simple.
El método K180®
El método K180® tal vez no es perfecto. Tal vez no recoge el 100% de la realidad, pero es útil.
Es la táctica que recomendamos en Kainova para transformar una organización en una empresa líquida.
Y lo hacemos porque, dentro de la complejidad inherente al trabajo con personas, este método simplifica en cuatro fases bien definidas y diseñadas el proceso de transformación.
Y porque la experiencia que tenemos aplicándolo lo ha convertido en un modelo contrastado de eficiencia confirmada.
Es útil porque funciona.
Es útil porque simplifica el proceso de transformación.
Y es útil porque tenemos resultados, que, además, son brillantes.
Por ejemplo, uno de nuestros clientes logró incrementar una media de 160 horas anuales de capacidad productiva por profesional.
Lo fascinante de ese resultado es, sobre todo, las posibilidades nuevas que brinda a la organización.
Ese tiempo recuperado se invierte ahora en detectar puntos de mejora, crear alternativas, experimentar nuevas ideas, co-crear… En definitiva, en innovar para ser más eficientes, rentables y obtener mejores resultados.
Ahí está la gracia de transformarse. En hacerlo de tal modo que la nueva situación en la que nos encontramos nos genera las posibilidades y oportunidades que nos permiten crecer y fluir en un nuevo medio que se hace más complejo por minutos.
No todo está escrito
Te contaré algo sobre el método K180® que pocos imaginan:
El método K180® está, constantemente, sometido a revisión.
¿Es porque no funciona bien?
No. Es porque esa revisión constante responde a la reflexión que hacíamos anteriormente. Decíamos:
En un contexto social y empresarial que se está redefiniendo de modo continuo, no tiene sentido dar por hecho que todo está investigado y verificado científicamente.
El inmovilismo sólo nos llevaría a la mediocridad e ineficiencia.
Por eso la táctica que emplees debe incorporar esa revisión constante.
La innovación y mejora continua son requisitos de nuestro tiempo.
Son capacidades imprescindibles que incorporar en las empresas, en la cultura de la organización, en el ADN del equipo humano.
Capacidades que conllevan desarrollar el pensamiento crítico y creativo.
Como empresa líquida que somos, en Kainova las aplicamos en nuestros procesos, en nuestro método y en la transformación que buscamos para los participantes de nuestros programas.
No es porque sí.
Nuestro entorno es uno repleto de desafíos y oportunidades sin precedentes que no dejan de sucederse.
Un entorno en el que estamos observando cómo modelos de gestión instaurados desde hace siglos están generando grandes problemas.
Empresas consolidadas con antigüedad y alta cuota de mercado se ven forzadas a reinventarse.
Industrias enteras están en plena catarsis.
Las organizaciones están en plena carrera de transformación para ser competitivas.
El reto insoslayable es el de conseguir una estructura ágil, flexible e innovadora.
Porque en este entorno, los avances del progreso en todos los ámbitos obligan a rediseñar estrategias a velocidad supersónica.
Estamos descubriendo, aprendiendo, desaprendiendo y reaprendiendo a la misma velocidad con la que avanza la incertidumbre que se pasea a nuestro alrededor.
¿Cómo lograrlo sin contar con un adn innovador y un pensamiento crítico y creativo?
Mira, como ejemplo de ese cambio y velocidad de la que te hablo, el siguiente gráfico de velocidad de adopción de nueva tecnología:
Fuente: Xataka
Tras sólo dos meses de estar disponible, la plataforma Chat GPT ya había alcanzado los 100 millones de usuarios mensuales activos. Plataformas anteriores como Tik Tok, Instagram o Facebook requirieron, para lograr lo mismo, de 9, 26 y 54 meses, respectivamente.
A medida que pasa el tiempo, la adopción de la nueva tecnología se acelera vertiginosamente.
Sugiero enfocarse en lo práctico.
Enfócate en lo práctico, en lo que funciona.
Puedes usar directamente el método K180® o no. Aquí tienes descritas sus fases y la evolución que aporta a la empresa cada una de ellas.
Lo importante, uses la táctica que uses, es que ésta esté bien definida, simplificada y sea contrastada a cada paso.
Recuerda que la innovación y mejora continua son requisitos de nuestra era, también de nuestras tácticas.
Como empresa, si cuentas con una táctica que cumple con estos requisitos podréis centraros sólo en la tarea de transformación del modo más eficiente y rápido.
Con el foco puesto en esta tarea, las personas de tu organización aprenderán, experimentarán y acelerarán su propia reinvención a cada paso, siendo cada vez los pasos más pequeños.
Es así como conseguirán tener la agilidad de maniobrar con rapidez ante los resultados.
Y es así como conseguiréis ser una empresa que se desenvuelve con fluidez en un medio incierto y de veloz cambio.