3 enemigos invisibles dentro de tu empresa, que te están ganando la batalla.

Hace ahora unos años, en el 2012, un niño de 11 años llamado Eudald Vehi, conseguía uno de los cuatro máximos galardones del British Invention Show de Londres, el Diamond Award, gracias a su invento “Solar Turbine”...imponiéndose a otras...

Hace ahora unos años, en el 2012, un niño de 11 años llamado Eudald Vehi, conseguía uno de los cuatro máximos galardones del British Invention Show de Londres, el Diamond Award, gracias a su invento “Solar Turbine”…imponiéndose a otras patentes de inventores adultos.

La propuesta de Eudald, era un aspa de aerogenerador capaz de aprovechar tanto la energía eólica como la solar, para producir energía eléctrica.

La idea era: lo que antes dejaba horizontal y quieto en el suelo, si lo pongo en vertical y le hago dar vueltas, me genera energía eólica a la vez que capta la energía solar.

Pues una idea tan aparentemente sencilla, no se le había ocurrido a nadie antes.

Y por si fuera poco, la idea no es sólo buena en sí por lo que a incremento de rendimiento se refiere, es que además, el aire frío generado podía contribuir a resolver el problema de sobrecalentamiento que, por lo visto, se da en las placas solares.

La historia me parece espectacular.

Y una expresión exquisita del poder de la creatividad.

Las empresas también necesitan esta creatividad.

Las placas solares-eólicas, no. La creatividad detrás de ellas. Para resolver problemas, afrontar oportunidades, esquivar amenazas, posicionarse ante los competidores…

Muchos aspectos esenciales para la supervivencia de una empresa requieren de creatividad.

Incluso organizar un archivo complejo o crear procesos más eficientes, sacarle partido a una app… ¡Todo, nos pide creatividad!

Entonces, cuando uno se para a observar cómo hacemos las cosas en las empresas, se queda sorprendido, porque la cuestión que surge es:

Si tan necesaria es ¿por qué los líderes – CEOs, directivos, managers…- destruyen día a día, la creatividad de sus equipos?

La mayoría de estos líderes contestarán conscientemente que jamás, jamás, jamás, harían nada en contra de la creatividad de las personas con las que trabaja. De acuerdo.

Pero, ojo, cuidado, atención, espera, vigila, observa, escucha:

Hay tres cosas que fácilmente puedes estar haciendo sin darte cuenta en el día a día y al tratar con las personas de tu equipo. Y estas tres cosas están destruyendo la creatividad de la que todos estamos dotados.

Hagamos un paréntesis porque aquí hay algo que genera controversia: Sí, todas las personas tienen la capacidad de ser creativas.

Todos hemos sido niños. Y los niños son creativos principalmente porque su imaginación vuela:

  • porque no tienen prejuicios
  • no tienen ideas preconcebidas
  • no cuentan con historias que les condicionen
  • ni con experiencias que les pesen
  •  …

y lo más relevante:

No les preocupa nada de lo que piensen los demás, sobre lo que ellos dicen. 

Son espontáneos y dicen lo que piensan.

Pero a lo largo de nuestra vida, los enemigos invisibles de la creatividad, juegan sutilmente su papel y acabamos por concluir que no somos creativos.

Ni nosotros, ni el resto.

Error. Pérdida de valor para la persona y por ende, pérdida de valor para las empresas.

Si eres líder de una empresa te invito a que revises los 3 enemigos invisibles que matan la creatividad en tu empresa y descubras cómo lograr que eso no suceda. Para que puedas prestar atención en tu día a día y empezar a generar en tu entorno un espacio para la creatividad que te traerá, seguro, grandes oportunidades de mejora y progreso.

Enemigo Nº1: El miedo

Este enemigo se instaura de muchas formas en las empresas. A veces, incluso, se combinan varias de ellas a la vez.

Una forma muy primaria es el miedo a la jerarquía. Es un miedo que va de abajo a arriba, y aunque parezca mentira, todavía existe con un peso muy relevante.

¿Quién va a permitirse “una ocurrencia” (idea-solución-propuesta de mejora) ante un superior cuando siento que “un error” pone en riesgo mi trabajo y bienestar? O si siente que esa idea no va a ser valorada símplemente, porque jerárquicamente “estoy abajo”.

Mejor no comparto lo que pienso.

Otra forma de miedo, en la dirección contraria, de arriba a abajo: el miedo de los jefes que no confían en su equipo.

La pandemia lo ha evidenciado. Los jefes que controlan – o creen que lo hacen – con el presencialismo. Ellos han sufrido con el teletrabajo y son los primeros que han obligado a sus equipos a volver a la oficina sin dar siquiera opción a la combinación presencialismo-trabajo en remoto.

(Sobre este punto nos extendimos ámpliamente en la newsletter #7, cuando hablamos de la falacia del control como palanca para el crecimiento).

Y una variación que magnifica el problema del miedo que va de arriba a abajo, porque lo impone a la totalidad del negocio, es el miedo de las empresas que no confían en todo su equipo.

¿Qué hacen? Inundan su trabajo de políticas, procedimientos, procesos y normativas.

Lo que en realidad están buscando es una invitación a no pensar, ya que no puedes “salirte” de ellas.

Que quede claro: Estas políticas y procedimientos son necesarios, pero el tema es ¿cómo son? y sobre todo ¿cómo se aplican?.

En definitiva, una persona que se siente observada y controlada, ¿crees que va a ser creativa?

Muy probablemente no se atreverá (de ahí el miedo) a exponer una idea, simplemente porque no confía en que sea escuchada.

Por tanto, esta persona ni siquiera invertirá tiempo en pensar si algo se puede mejorar.

Enemigo Nº2: La falta de comunicación 

Cuando emprendes un camino, conocer el destino es absolutamente vital para lograr llegar a donde quieres.

Si el camino se recorre con un equipo, los dos – tú y tu equipo – necesitáis conocer ese destino.

¿Obvio? En la práctica no lo es. Y las empresas suelen omitir este punto.

Cuando se trata de hablar del destino en las organizaciones, la comunicación brilla por su ausencia.

Y no sólo cuando se habla del destino, también de la visión, de los objetivos a largo plazo, a medio… incluso los del corto plazo.

Cuando se comunican los objetivos anuales, por ejemplo, (en el caso de que se haga):

¿Siguen latentes el resto del año?

¿Se comparten los avances?

¿Se comunica si nos desviamos?

¿Se buscan soluciones para encauzar el camino hacia el destino?

Cabe cuestionarse a qué nivel de la organización se está manejando esa información y si no está siendo esto un desatino.

Las personas, en sus puestos de trabajo, saben lo que tienen que hacer, cuál es su función, qué se espera de ellas…

Pero:

¿Saben para qué lo hacen?

¿Hacia dónde se dirige la empresa?

¿A dónde se quiere llegar?

¿Conocen cómo sus acciones y aportaciones contribuyen a alcanzar ese destino?

Entonces, cuando no se puede responder en positivo a estas cuestiones, entramos en un terreno de arenas movedizas en el que se tambalean pilares esenciales de la empresa.

Porque se está intentando avanzar con un equipo cuyas respuestas a las preguntas:

¿Quieres lograr alcanzar los objetivos?

¿Te sientes parte con entusiasmo para lograrlo?

muy probablemente, son en negativo.

¿Podrás avanzar por un camino para el que necesitas a tu equipo, si tu equipo no te sigue y apoya?

Suena complicado.

Cuando no informas más allá del día a día de las tareas rutinarias.

Cuando no comunicas y haces consciente a tu equipo humano de hacia dónde vamos, de cuál es nuestro reto y para qué están haciendo algo.

Cuando no compartes los avances, los fracasos, los aprendizajes,

Y cuando no los implicas para decidir cuál es el mejor camino para lograrlo…

No puedes esperar que sean creativos con soluciones brillantes y las manifiesten libremente.

Esto es como esperar que un coche funcione sin gasolina.

Los coches necesitan combustible y las personas, también.

Y la herramienta para transferir ese combustible es una comunicación adecuada y poderosa.

(Lo de *poderosa lo dejaremos para una newsletter futura, que también da mucho de sí).


Enemigo Nº3:
Los prejuicios

Recuerdo el caso de la manager de un departamento de gestión de expedientes. Estaba convencida de que en su equipo las personas no podían aportar más de lo que hacían.

En su cabeza, para cada persona existía una etiqueta predeterminada, y en función de ésta, se tomaban las decisiones de qué, quién y cómo debía realizarse cada tarea.

Trabajamos juntas este aspecto.

Desaparecieron las etiquetas y me confesó que había redescubierto a un equipo mucho más potente, con más capacidades y posibilidades de lo que ella misma estaba permitiéndose aceptar desde el principio.

Eran los mismos, pero ahora su expresión era mucho más potente y brillante.

El equipo se sentía más liberado y capaz, conseguían mejores resultados y trabajaban con nuevos y más estimulantes retos.

Los líderes que encasillan a las personas de su equipo, que tienen una idea preconcebida de sus capacidades y posibilidades. ¿cómo van a lograr que aporten su máximo talento?

Si piensas que tienes perdedores, ¡tendrás perdedores!

Si piensas que tienes ganadores ¡tendrás ganadores! Porque harás todo lo posible para que así sea.

Y si dudas, te invito a conocer esta historia:

El entrenador Ken Carter, logró que un equipo de baloncesto de un barrio marginal, Richmond High School, donde nadie apostaba por ellos, llegara a ser campeón en la liga nacional. Lo convirtió no sólo en un equipo ganador, sino también en un grupo de jóvenes con un futuro académico y alejado de las calles. Logró que aspiraran a algo cuando nadie, ni siquiera ellos, creían en sí mismos.

Tener una mente abierta y sin prejuicios hace que no existan límites de creatividad y ésta se contagie. Que la creatividad se extienda al equipo hará que todos puedan ver las posibilidades que tienen en ellos mismos y en sus compañeros.

Si te has fijado bien, los tres enemigos invisibles de la creatividad tienen, asimismo, un enemigo común.

Un héroe – más bien, una heroína – que los combate con fiereza.

Estos tres enemigos – miedo, falta de comunicación y prejuicios – se combaten con la CONFIANZA.

La confianza es un activador de la creatividad.

En tu entorno profesional, la confianza juega un papel extremadamente importante:

La confianza en el líder de la empresa, en el responsable, en los compañeros de equipo elimina la barrera del miedo a la jerarquía y las normativas. Existen, pero no impiden que las personas se expresen libremente para aportar sus ideas o soluciones desde su punto de vista y, entre todos, construir un resultado mejor.

La confianza permite una comunicación abierta, sin filtros. Elimina el miedo al qué dirán, al qué opinarán. A si tiene sentido lo que digo o cómo lo recibirán, qué pensarán de mí… Con la comunicación podemos eliminar las barreras por las que una persona no siente la libertad de expresarse sin miedo al rechazo.

La confianza facilita cuestionarse las cosas sin miedo – elimina prejuicios – mantiene la mente abierta. Y una mente abierta es creativa porque acepta ideas aparentemente sin sentido, escucha activamente a otros y genera sinergias entre las aportaciones.

La confianza activa la creatividad al eliminar las barreras que impiden que las personas fluyan y dejen volar su imaginación, compartan y construyan colaborativamente la mejor opción.

¿Y cómo crear ese entorno necesario de confianza?

La empresa, el líder, son los responsables de crear un contexto de confianza para que la creatividad sea un elemento que les lleve a la innovación, si saben utilizar las dinámicas de trabajo adecuadas.

Si todavía tienes dudas, piensa en lo que sucede con tu mejor amigo, esa persona en la que confías ciegamente:

  • te atreves a decirle lo que piensas
  • no tienes miedo a que te juzgue
  • expresas tus sentimientos libremente

Y eres capaz de contarle cualquier locura que se te pase por la cabeza.

Dejas volar tu imaginación sin límites.

La confianza se gana.

La empresa, y la persona que la dirige – a nivel global o departamental – tiene que instaurar elementos que favorezcan la confianza en ella.

Uno de los retos más importantes de sus  líderes, es lograr que las personas confíen en ellos.

¿La mejor fórmula para ganarse ese respeto y esa confianza en ellos? La coherencia entre las palabras de los líderes y sus acciones.

Las personas confiarán y por tanto, aportarán un mayor valor, si saben hacia dónde van, se les implica en cómo llegar al destino y sienten que forman parte de algo importante por lo que merece la pena poner su talento a disposición de la empresa.

Una de las Grandes Ideas de la Empresa Líquida es la revalorización y potenciación de esa creatividad latente y dormida en las empresas.

Como has podido ver, los efectos de este aletargamiento son una pérdida de valor, mejoras, beneficios y competitividad.

Ahora que lo sabes, queda en tus manos empezar a observarte y observar. Y crear confianza allá donde quieres ver progresos.

Si te animas a contarnos tu experiencia y dudas al respecto de este tema, nos encantará escuchar tu historia.

No te pierdas ninguna Gran Idea

Recibe nuestra newsletter para abordar la transformación que la nueva era nos plantea.

¿Quieres ser una empresa
imparable?

¿Pensaste alguna vez que tu empresa viviría una metamorfosis para ser capaz de fluir con solvencia en un contexto incierto y cambiante?

¿Quieres disparar la rentabilidad y competitividad de tu organización?

Con nuestro método K180® y nuestro expertise en Empresa Líquida, da un giro radical a tus equipos y logra que tu empresa sea imparable. 

Le informamos que los datos personales obtenidos mediante este formulario, así como su dirección de correo electrónico, han sido incorporados en un fichero del cual es responsable Kainova, S.L., con la finalidad de atender sus consultas y enviarle información relacionada con la entidad que pudiera ser de su interés. Kainova, S.L. se compromete a usar los datos recogidos mediante este formulario, únicamente para la finalidad anteriormente mencionada. El interesado declara tener conocimiento del destino y uso de los datos personales recogidos mediante la lectura de la presente cláusula. El envío de este e-mail implica la aceptación de las cláusulas expuestas. Si desea ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición en los términos establecidos en la Ley Orgánica 15/1999, puede hacerlo a la siguiente dirección Kainova, S.L.; C/ Gran Vía de les Corts Catalanes, 623, 3º1º, 08010, Barcelona, España.

Los 5 enemigos que aniquilarán tu empresa

Le informamos que los datos personales obtenidos mediante este formulario, así como su dirección de correo electrónico, han sido incorporados en un fichero del cual es responsable Kainova, S.L., con la finalidad de atender sus consultas y enviarle información relacionada con la entidad que pudiera ser de su interés. Kainova, S.L. se compromete a usar los datos recogidos mediante este formulario, únicamente para la finalidad anteriormente mencionada. El interesado declara tener conocimiento del destino y uso de los datos personales recogidos mediante la lectura de la presente cláusula. El envío de este e-mail implica la aceptación de las cláusulas expuestas. Si desea ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición en los términos establecidos en la Ley Orgánica 15/1999, puede hacerlo a la siguiente dirección Kainova, S.L.; C/ Gran Vía de les Corts Catalanes, 623, 3º1<<≤≤<≤<<º<><<< 08010, Barcelona, España.

Regístrate

Recibe nuestra newsletter con contenidos prácticos para llevar la innovación y disrupción a tu empresa.