Hecho: obtención empírica de un dato de aplastante relevancia para las empresas.
Acción: converso sobre este dato con mi equipo.
Decisión conjunta: Debemos compartir el valor e implicaciones que esto tiene.
Y aquí estamos.
La verdad es que, personalmente, no me ha sorprendido. Son muchos años viendo desde primera línea cómo las empresas (mal-)interpretan el valor de su activo más preciado.
Aún así, es muy revelador y nos permite obtener conclusiones para el futuro.
Te pongo en contexto.
La historia empezó cuando al renovar y actualizar nuestros sistemas tecnológicos, me encontré sumida en la revisión de lo que teníamos.
También le llegó el turno a la base de datos de clientes potenciales con los que, en su día, habíamos decidido no continuar.
Al hacer revisión de este grupo, me puse a investigar su situación actual, lo cual me llevó al siguiente resultado:
El 90% de las empresas, entre 150 y 250 empleados, contactadas en el periodo 2010-2015, han desaparecido.
¿Qué tenían en común todas ellas?
En nuestro CRM las anotaciones que disponíamos tras contactar con ellas eran del estilo:
«no hay departamento de RRHH»
«sólo hacen formaciones técnicas»
«no hacen formaciones»
«no utilizan servicios externos de RRHH, excepto nóminas»
…
Lo resumiría en: «no necesito formar a mi equipo humano».
El 10% restante han sido absorbidas por otras empresas, en el mejor de los casos, y en otros, su plantilla ha quedado menguada a una micro-pyme.
Como los datos eran reveladores, quise seguir investigando (un defecto de los ingenieros que queremos saber el origen de las métricas).
En nuestro CRM teníamos los datos, generalmente: del Director General, Director Financiero, Técnico de RRHH y/o Responsable de RRHH (aunque en realidad éste último acababa siendo el responsable de la gestión de nóminas).
Busqué a estas personas en LinkedIn.
A tener en cuenta: LinkedIn es la principal red de contactos profesional desde hace bastantes años. No es una red nueva ni es una red desconocida en la actualidad para los profesionales.
¿Qué crees que encontré?
El 80% no estaban aquí.
Si LinkedIn es una red social que nació para poner en contacto a profesionales y empresas, que buscan sinergias laborales, compartir conocimiento y nuevas oportunidades de negocio, el hecho de no estar en ella puede implicar cierto grado de desdigitalización (palabra no reconocida por la RAE, pero ya nos entendemos).
Así pues, refiriéndonos a altos cargos y encontrándonos en la era digital, el dato resulta, como mínimo, paradójico.
El 20% restante tenían un perfil que prácticamente no decía nada. Los pocos que disponían de información, actualmente están en una posición que dista mucho en responsabilidad de la posición en la que estaban en su momento, o bien, están en búsqueda activa de un proyecto profesional.
En resumen, constatamos empíricamente que:
- las empresas que no invierten (o no lo hacen estratégicamente) en sus personas, caminan con paso decidido hacia un precipicio.
- al no invertir en las personas, las empresas están labrando carreras profesionales de inevitable decrecimiento, con el perjuicio que esto conlleva no solo para las personas en sí, sino también para la propia empresa que quiere mantenerse en el mercado y crecer.
No sé qué estarás pensando tú en este momento.
Yo tengo claro lo que siempre hemos afirmado en Kainova.
Las empresas son las personas.
Personas como tú y como yo, con un rol determinado dentro de la organización.
Personas que con su actitud y acciones mueven la maquinaria de la empresa en un sentido… u otro.
Claramente, la actitud individual que promueve, o no, la actitud colectiva hacia la prosperidad, tiene su fiel reflejo en lo que sucede a lo largo de los años en una empresa.
Son las acciones de las personas las que hacen que la empresa evolucione hacia el crecimiento, o en sentido contrario.
Lo que te he mencionado no es nuevo, es la realidad de lo que estudios e informes sobre tendencias han ido informando con mayor énfasis los últimos 5 años.
Y como puedes ver, las tendencias se cumplen.
Estos mismos informes concluyen que es necesaria una transformación:
digitalizar la empresa (actualizarse, que no «comprar tecnología») capacitando a los empleados con nuevas habilidades imprescindibles para seguir siendo competitivas en el mercado, entre otras acciones.
Si el entorno se mueve y tú no te mueves de tus conocimientos y habilidades, siendo fiel a éstos porque en un momento dado te funcionaron, quedarás fuera del entorno.
En tiempos de avances agigantados de la tecnología, como el actual, me pregunto (y te invito a preguntarte):
¿Qué pasará dentro de 5 años cuando revise de nuevo la base de datos con esta mirada de análisis?
¿Qué habrá pasado con las empresas que, aún hoy, siguen pensando que no es necesario formar a su equipo humano?
Peor aún, ¿y con aquellos líderes que siguen pensando que no es necesario seguir aprendiendo, reciclarse y actualizarse para seguir gestionando y liderando una empresa de éxito?
Si estas personas piensan así, o mejor dicho, si tú eres uno/a de estos líderes que piensan así, te encontrarás ante una empresa con el declive paulatino provocado por la falta de visión y renovación a ritmo de mercado empresarial.
La historia y los estudios nos lo dicen a gritos.
Cuando retrocedes en el tiempo y analizas los datos actuales, ves claramente cómo impactaron las decisiones del pasado en la situación en la que te encuentras hoy.
A pesar de lo que sabemos, de lo que comprobamos, sigo sorprendiéndome con que la historia continúe repitiendo patrones.
Justamente estamos en un mal momento empresarial: incertidumbre, miedo, desconocimiento del futuro…
No hay datos, no hay referentes y no sabemos cómo evolucionará todo.
¡Las predicciones son casi casi de pitonisa!
Ante esta situación, repetimos patrón: contención de gastos y recortes presupuestarios en las formaciones de los profesionales en cuyas manos está la posibilidad de hacer que tu empresa dé un giro y funcione.
Lo dicen los estudios de tendencias (¡has visto que se cumplen y con creces!).
Aparecen nuevas profesiones, desaparecen otras; la forma de comprar y de vender cambia y seguirá cambiando. Como lo hacen muchas otras variables que están en juego y afectan directamente a tu empresa.
¿Qué sucederá si no formas (estratégicamente) a tu equipo humano?
Toca renovarse. Toca transformarse para encajar en el nuevo escenario y no morir.
Pero cuidado, también es tiempo de analizar y aprender.
Un dato adicional importante:
Entre el 40% y el 60% de las empresas que inician su transformación, fracasan.
¿Por qué?
La principal barrera que impide la transformación en una empresa son las personas que se resisten a ella obstaculizando el proceso.
Lo que te interesa tener presente es esto:
La principal herramienta que posibilita una transformación con éxito es que los líderes y profesionales tengan la mentalidad y las habilidades asociadas para ser productivos y competitivos en un entorno VUCA.
Ahora te toca a ti tomar decisiones.
