Su nombre es Carme Castro Domínguez y el pasado mes de enero recogía el Premio Europeo a la Innovación en Gestión del Talento. Ingeniera informática de formación, es también CEO de Kainova, una consultora que ha diseñado y patentado un método capaz de aumentar la productividad de cada empleado 160 horas al año, es decir, el equivalente a un mes por profesional.
Lo que más atrae a Carme Castro del Premio Europeo en Innovación en Gestión del Talento que otorga la Sociedad Europea de Fomento Social y Cultural, es la palabra ‘innovación’. Como ingeniera informática procedente del mundo tecnológico, siente que ha sido capaz de trasladar la inquietud ingenieril de convertir las ideas en algo tangible al ámbito de las organizaciones.
No habla de Recursos Humanos, que le parece ya una expresión obsoleta para los tiempos que corren, sino de personas, de estructuras horizontales, de empresas líquidas y de líderes disruptivos.
Hace tiempo que Castro sabe que las personas no son un activo más dentro de la organización, “son la organización en sí misma”, asevera. Licenciada en Ingeniería Informática por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), trabajó durante más de una década en el mundo de la consultoría tecnológica para pasar después a ser directora de sistemas de información.
“En estos desempeños ya trataba yo con muchas empresas de todo tipo y tamaño y veía de todo. Empecé a formularme preguntas del tipo: si un departamento de contabilidad hace lo mismo en todas las organizaciones, ¿por qué en algunas funciona tan bien y en otras tan mal? Me di cuenta entonces de que la complejidad no estaba en el tamaño ni en la tecnología, la diferencia la marcaba la persona que estaba al frente de todo eso y el grado de satisfacción del equipo con su trabajo. Si las personas trabajaban a gusto, rendían mucho más”, cuenta.
Descubierta la clave, la obsesión de Castro como directora de equipos multidisciplinares y multiculturales pasó a ser conseguir que aflorara lo mejor de cada cual a la que vez disfrutaban con lo que hacían a pesar de la presión con la que trabajan la mayoría de las tecnológicas . “Siempre buscaba resultados distintos y mejores. Sabía que contaba con el equipo óptimo para conseguirlo, me propuse convertirlo en un equipo de alto rendimiento y lo logré”, afirma.
De ingeniera informática a gestionar personas
Alcanzar ese punto de eficiencia y mejora continua gracias al perfecto engranaje de los equipos, era la verdadera innovación, el cambio de paradigma. Así las cosas, un día cayó por casualidad en sus manos un folleto que anunciaba un curso de coaching para directivos y, sin apenas saber lo que era un coach, se animó a hacerlo. Le gustó tanto que poco después hizo el Master Coaching y Liderazgo Personal en la Universidad de Barcelona donde descubrió la magia de hacer florecer el talento, muchas veces oculto, que todos llevamos dentro.
“Pasé de buscar resultados a encontrar cómo lograr que las personas den lo mejor de sí y cómo te conviertes en una súper empresa rentable cuando las personas se mueven contigo”. En 2009, a la edad de 42 años, Castro decide dar el salto al emprendimiento con el propósito de crear una solución que ayudase a las empresas a transformar a sus equipos. Funda entonces, junto a Manel Palahí, Kainova, una consultora estratégica de gestión de talento.
Años de 13 meses laborales
Después de mucha investigación y aprendizaje de metodologías, en Kainova han desarrollado y patentando a escala europea un método propio bautizado como K180®. Con él prometen un cambio radical en los equipos que repercute tanto en beneficio de las personas que lo integran como a favor del crecimiento y rentabilidad a las compañías. Tras años de implantación en distintas organizaciones y medir resultados se atreven a afirmar que su método aumenta hasta un 20% la productividad, concretamente 160 horas por profesional al año, lo que equivale a un mes más de trabajo, en palabras de Castro.
Dos conceptos resultan clave dentro del método K180®: empresa líquida y liderazgo disruptivo. Llevada al extremo, la empresa líquida es aquella organización en la que las personas aportan valor en el momento y lugar preciso a la vez que disfrutan haciéndolo.
Partiendo de la base de que, a lo largo de una vida profesional, evolucionan los intereses e inquietudes de cada uno, se trata de procurar el aprendizaje necesario y de crear oportunidades que favorezcan el cambio dentro de la misma organización. Si no encuentran en la empresa un espacio donde estos profesionales puedan dar rienda suelta a sus nuevos intereses, solo hay dos caminos: cambiar de empresa o resignarse a hacer su trabajo como siempre, sin mayor compromiso ni complicidad.
El método K 180® ayuda a las empresas a habilitar esos espacios de crecimiento y a establecer dinámicas de cambio. Se basa en impregnar a toda la compañía con una cultura de empresa que favorezca la muestra del talento de cada profesional, independientemente de cuáles hayan sido sus áreas de desempeño hasta entonces. Primordial para que esto suceda es “cambiar la estructuras empresariales” y “trabajar por proyectos y no por funciones”.
La CEO es también consciente de que no todos los integrantes de los equipos comparten las mismas aspiraciones de crecimiento, pero confía en la condición gregaria de los humanos, esa que nos inclina a unirnos a la mayoría para no quedarnos solos, para promover una transformación total. “Me vale con que el 50% o el 60% de la organización se sume al cambio para agitar todo el talento interno”, dice.
Que dicha transformación progrese depende, en gran medida, del líder disruptivo, la persona responsable de guiar a la empresa en su camino a la liquidez, a cada cual su grado. A ellos y a los directivos, se orienta el método de Kainova que, estructurado en cuatro fases, lleva a las personas, “movilizadas por sus líderes, del letargo a la revolución y motivación absolutas”.
Se trata, pues, de conseguir que las personas pongan voluntariamente su talento al servicio de la empresa para obtener grandes resultados mediante la inteligencia colectiva correctamente liderada dando lugar a la aparición de equipos de alto rendimiento. A partir de aquí, “tu empresa dispara su competitividad de forma ilimitada y aumenta su rentabilidad creando una organización 100% eficiente”, aseguran.
