En Kainova nos encanta hablar de las grandes ideas de la Empresa Líquida.
Y, normalmente, lo hacemos de manera que tú puedas trasladar directamente cada idea expuesta a tu organización.
Una de las ideas que hemos tratado nos ha hecho darnos cuenta de algo.
La idea, en particular, es la siguiente:
“En la empresa líquida, cada persona, en función de su talento y habilidades, está en el lugar adecuado, en el momento adecuado. Para lograr la máxima eficiencia y resultados”
Aquello de lo que nos hemos dado cuenta es que siempre te hemos presentado esta idea desde la perspectiva del CEO o directivo que debe acogerla y trasladarla a su equipo.
Pero ¿qué pasa cuando miramos desde esa otra perspectiva que es la de la persona que experimenta el cambio de rol según el proyecto o área del que se trate en cada momento?
Es decir, una cosa es “quiero que mi equipo asuma estos cambios de rol y sean eficientes”. Y otra, lo que mi equipo experimenta cuando lo hacemos.
Nosotros, en Kainova, trabajamos con estos cambios de rol, o, mejor dicho, de liderazgo.
Hacerlo, nos permitió comprender que la creación de un flujo de roles que agilice la actividad y eleve los resultados, requiere ser conscientes de una serie de elementos que entran en juego y que, bien planteados, permitirán el éxito de esta dinámica fluida.
Hablarte desde esa perspectiva del que asume el nuevo liderazgo, era importante en esta newsletter.
Por eso hoy no te habla directamente Carme, sino yo, Ana, que formo parte del equipo de Kainova y que vivo en primera persona esa asunción de liderazgo en función del proyecto que tratamos. Es esa experiencia la que hoy queremos compartir contigo.
Vamos a ello.
Para todo hay una primera vez
Si eres una persona, todo lo que has hecho ha pasado por su primera vez.
También la creación de un equipo de líderes que fluyen ocupando distintas posiciones según el proyecto que trabajéis, debe pasar por ese primer paso.
Al hacerlo, surgirán – como es natural – las dudas e inseguridades inherentes a ese primer paso.
A veces, no serán dudas. Simplemente, habrá conceptos que requieren ser reforzados para llegar a su comprensión e integración total.
Los tres pilares de los que te voy a hablar a continuación son, en nuestra experiencia, tres pilares clave que esta nueva situación puede hacer tambalear.
Conocerlos y tenerlos presentes en vuestra transformación te permitirá ir por delante en el proceso para reforzarlos y acelerar vuestra evolución.
Pilar nº 1: La Experiencia
Puesto que hablamos de reasignar el liderazgo en función de cada proyecto, puede suceder que, alguien que ahora es parte de tu equipo, antes tomaba decisiones que ahora debes tomar tú.
En la teoría, nadie que asuma el liderazgo con ilusión va a poner pegas a esto.
La realidad es que, a veces, ese asumir la toma de decisiones no es tan claro.
En el periodo de transición hacia la empresa líquida, a veces, inconscientemente, el nuevo líder esperará que esa voz que antes aclaraba el camino se manifieste.
Y no implica que no se quiera decidir o que aparezcan miedos a la hora de hacerlo.
Simplemente, a veces es sólo el hábito de contar con las decisiones de quien siempre decidió.
Será por eso, igual de importante, que no sólo quien ejerce ahora el liderazgo sea consciente de este hábito que hay que cambiar, sino que también la persona que deja de ser el líder tenga muy presente que puede verse implicada, sin darse cuenta, en esa toma de decisiones.
Estar atentos para que esto no suceda será tan importante como no olvidar que la clave aquí es esa experiencia que se construye en el día a día y que cubrirá dos frentes importantes:
- Dotará al nuevo líder de herramientas y seguridad para decidir
- Creará el nuevo hábito de ser responsable de cada decisión tomada en ese proyecto
Pilar nº 2: La Confianza
No es la primera vez que hablamos de confianza.
La confianza es un elemento clave en el juego de los equipos.
Confianza en uno mismo y confianza en los demás.
Para que todo fluya, la confianza se convierte en una vía de doble sentido.
Por eso, al asumir un liderazgo por proyectos que te sitúa a veces como líder, a veces como liderado, la confianza se establece como un pilar absolutamente fundamental.
Una confianza que crecerá a través de la experiencia al comprobar, una y otra vez, que aquellas decisiones que se van tomando son respetadas y aceptadas por el equipo, incluidas las personas que lideran otros proyectos.
Será clave en esta evolución de la confianza disponer de una Comunicación Poderosa que permita al líder transmitir una visión a su equipo y moverlo a través de su propia estrategia.
Una dificultad con la que puede encontrarse, pero que se convertirá en un reto que lo impulse, será la de asumir que, en su equipo, puede contar con alguien que, por liderar proyectos de características similares, cuestione, con frecuencia, algunas de sus decisiones.
Ante esta situación, la confianza llegará de la mano de un buen trabajo de las propuestas y argumentos planteados.
Este trabajo ayudará al líder del proyecto en tres aspectos:
- Le facilitará exponer su visión y estrategia con mayor claridad.
- Le forzará a cuestionarse a sí mismo si su decisión es la mejor.
- Generará un mayor grado de confianza de su equipo gracias a la mayor fortaleza de sus argumentos.
Pilar nº 3: El mantra mágico: Ahora yo soy tu equipo
Hablamos de mantras y hablamos de mentalidad.
Este, personalmente, fue uno de los puntos cruciales para mí.
El día que tuvimos una conversación interna en la que mi CEO me dijo: Ahora, en este proyecto, yo soy un miembro más de tu equipo.
Fue el modo en que pude comprender en profundidad lo que significaba que la jerarquía tradicional había desaparecido.
¿Significa esto que el/la máxima responsable en una organización deja de tener voz y voto en las decisiones?
No. Significa que, si has hecho bien tu trabajo de CEO, los proyectos y visiones que lideran otras personas para sacar el máximo partido, se encuentran bajo el paraguas de tu estrategia y visión.
A partir de ese momento, para que esas personas puedan aportar el máximo talento y resultados, deben contar con tu confianza total.
Y, si eres parte de su equipo, deben contar también con tu predisposición a aceptar propuestas, timings y tareas asignadas.
Si la mentalidad y este mantra son tan importantes es porque, al asumir tu rol de líder en un proyecto, debes tener claro que las personas de tu equipo – ocupen el cargo que ocupen en la dirección o proyectos de la organización – van a estar esperando:
- tu visión
- tu estrategia
- tus propuestas
Esto que parece tan obvio, en la realidad no lo es.
Porque cuando se inicia la transición a una empresa líquida en la que “ahora soy líder-ahora no”, el cerebro aún está en un estado rígido por el que “el que es CEO es CEO, y no es como el resto de las personas de mi equipo”.
Es un error, pero también la herencia que traemos instalada en nuestro propio disco duro.
Por eso es muy importante contar con el mantra, repetido internamente, o reforzado desde fuera si es necesario.
Para afianzar la creencia y la confianza de que, en tu equipo, todos – sean quienes sean – son Tu equipo.