Digitalizar es tirar el dinero, excepto si cuentas con una cultura innovadora.

A pesar de lo que crees, muchas empresas aún tienen pendiente su transformación digital. En este artículo te contamos cómo superar las barreras al cambio y cultivar una cultura de innovación. Además, te presentaremos un modelo empresarial que hará que tu organización sea invencible en un mundo en constante transformación.

¿Prefieres escuchar este contenido? ¡Lo tienes!

La realidad nunca deja de sorprendernos.

A estas alturas de la película, cuando ya todos estamos aburridos de oír hablar sobre digitalización, y las empresas cuentan cada año con nuevas incorporaciones millenials y pos-millennials, que se manejan en el ámbito digital como Pedro por su casa, aún es necesario mirarnos en el espejo y no dar nada por sentado respecto a la digitalización.

Puede parecer en algunos casos que ya lo tenemos todo visto y hecho, pero las estadísticas e informes, cumpliendo con su trabajo de alumbrar el camino y darnos pistas sobre las que continuar innovando para mejorar, nos dicen que la cosa, en realidad, no está tan clara.

Fíjate en este dato del estudio GoDaddy Digital Index de 2021:

“…casi el 25% de las pymes españolas se muestran escasamente comprometidas con la digitalización. Y prácticamente otro tanto carece de las herramientas y soluciones adecuadas para afrontar la transformación digital, a pesar de haber dado algunos pasos en este sentido.”

Digitalizar una organización es una necesidad desde hace muchos, muchos años.

Aunque más del 25% de las pymes españolas sean reticentes a aceptarlo y dar los pasos adecuados en esta dirección.

Parece mentira porque, es innegable que la capacidad de cálculo de los sistemas, junto a su capacidad para extraer información compleja para analizar los datos y facilitar los flujos de trabajo automatizados, es superior a la capacidad humana.

Del mismo modo que es innegable que una organización digitalizada incrementa la productividad, elimina errores manuales y provoca que las personas aporten un desempeño de sus funciones de mayor calidad.

En definitiva, una organización digitalizada es más competitiva que otra que no lo esté.

Aun así, y debido a esa naturaleza humana adversa al cambio, hasta que la pandemia nos arrastró a una clausura domiciliaria, muchas organizaciones tenían, tecnológicamente hablando, “lo justo”.

Pero la gracia y el verdadero poder del proceso de digitalización está en donde la mayoría no mira. Por eso, si tú miras, y ves, vas a conseguir una ventaja competitiva, mejores resultados, y gente más ilusionada por formar parte de tu organización.

Y por eso te invito a llegar hasta el final de esta newsletter, porque así contarás con todos los elementos para convertir esa hipotética ventaja competitiva en tu ventaja competitiva real.

El quid de la cuestión es, precisamente, uno de los fundamentos de la empresa líquida:

La tecnología no es suficiente.

Sucede que el proceso de digitalización, o la transformación digital, es mucho más complejo que crear un comercio electrónico, instalar programas de gestión o contratar un plan de almacenamiento en la nube.

El poder y ventaja competitiva de digitalizar no está en la tecnología, sino en las personas, el alma y vida de una organización.

De nada sirve tener alta tecnología si no tienes un equipo humano capaz de obtener de ella el máximo rendimiento.

Te pongo un par de ejemplos rápidos que saco de la realidad, puede que incluso lo hayas vivido en tu propia empresa.

Nos llegó el caso de una gran empresa que había invertido 15.000€ en una pantalla digital para presentaciones. A la hora de la verdad, se utilizaba solamente como proyector, lo mismo que tenían antes, pero más caro. Todas las opciones que permitían los 15.000€ invertidos eran ninguneadas.

El problema no está en la tecnología. El problema está en que las personas que deben usarla no están preparadas para sacarle todo el partido que les permite.

Otro caso, las reformas de oficinas que de unos años aquí han ganado protagonismo. Este ejemplo es menos tecnológico, pero representa exactamente lo mismo.

¿Cuántas salas de creatividad estupendas permanecen vacías o son dedicadas a tiempo de descanso porque las personas no saben cómo manejarse en ellas?

De nuevo, el espacio, el diseño, la tecnología que puedan incorporar, no son el problema. El problema es que las personas no están preparadas para usarlas.

Y así vamos transformando las inversiones en gasto, y las oportunidades en pérdidas.

Por eso, todavía hoy, es importante pensar y tomar acción sobre la digitalización. Aunque nos parezca que ya no es nada nuevo.

En realidad, en muchos casos, aún estamos al principio.

El problema que tratar

Déjame hablarte desde mi experiencia de 22 años gestionando sistemas de información en las empresas.

Lo primero, ¿reconoces alguno de estos elementos en ti o en tu equipo?

  • miedo a lo desconocido
  • resistencias conscientes o inconscientes
  • inquietud ante la incertidumbre de lo que sucederá
  • estrés


Este listado de experiencias negativas lo saco de mi propia experiencia. Tantos años en el campo tecnológico me permitieron comprobar, una y otra vez, que, ante la nueva tecnología, las personas reaccionan de ese modo.

Es la naturaleza humana. Aunque en las organizaciones el número de millenials y personas que abrazan la digitalización sea cada vez mayor.

A pesar de los años y de la facilidad que actualmente se tiene con la tecnología, los miedos y resistencias siguen dándose con frecuencia porque el porcentaje de personas no nativas digitales, en el mercado laboral, todavía es alto.

¿Y sabes aquello de “se junta el hambre con las ganas de comer”? Pues con este tema eso es lo que sucede.

A ese elevado número de personas no nativas digitales, se une que la formación interna no ha sido nunca un tema prioritario.

Como resultado, el panorama es el siguiente:

Personas no nativas digitales

+

Falta de formación para integrar las nuevas posibilidades tecnológicas

+

Una generalizada aversión al cambio.

Con la pandemia, estos elementos, simplemente se fusionaron de la noche a la mañana y esto hizo saltar por los aires tensiones, estrés y sistemas internos.

Ahora ya no hay pandemia, y la aversión al cambio, quizás, la hemos reducido un poco a fuerza de no contar con alternativa alguna durante aquella etapa, pero estos elementos discordantes siguen sobre la mesa de muchas organizaciones.

¿Cuál fue y cuál sigue siendo el problema?

Las personas no estaban, ni están, formadas.

Y a esto podemos sumar, en algunos casos, la falta de medios tecnológicos adecuados.

El gran problema es que las personas no están formadas para desenvolverse con agilidad con la tecnología. No están formadas en una cultura innovadora.

Porque de nada sirve formar sólo en cómo utilizar una herramienta.

Eso es como darte un Ferrari cuando acabas de sacarte el carné de coche. No lograras obtener las ventajas de la potencia que tienes entre tus manos porque no tienes la capacidad de comprender la conducción de un Ferrari.

La realidad es que en ese momento aún te queda recorrido para poder comprenderlo.

Por eso es más importante formar a las personas en sus habilidades que en tecnología.

Con una mentalidad actualizada al entorno, habiendo trabajado habilidades que le hayan permitido conocerse y descubierto su potencial no habrá tecnología que se le resista.

Todo lo contrario, su mentalidad abierta, su seguridad en sí mismo/a, hará que sea capaz de obtener el máximo rendimiento de la tecnología que caiga en sus manos, y la curva de aprendizaje de dicha tecnología se reducirá drásticamente.

El presupuesto en formación interna y un plan de desarrollo del equipo humano inteligente, estratégico, son imprescindibles.

Pero cuidado, ese presupuesto en formación y plan de desarrollo son tan imprescindibles como NO suficientes.

La reina de la corona es crear una cultura corporativa innovadora.

  • Una cultura innovadora es tener un equipo humano en cuyo ADN esté instaurada la innovación.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano que baila con los desafíos.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano capaz de adaptarse ágilmente a las necesidades, internas o externas, sin resistencias.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano que abraza los cambios como oportunidad de crecimiento.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano que se siente cómodo fuera de la zona de confort.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano entrenado para tener un ingenio agudizado para detectar oportunidades donde otros no las ven.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano que trabaja con la inteligencia colectiva comprendiendo la potencia que tiene para proporcionar soluciones a las situaciones complejas de la actualidad.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano con habilidades de interrelaciones personales altamente desarrolladas.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano que disfruta desarrollando continuamente su talento.
  • Una cultura innovadora es un equipo humano sin límites.

Invertir, no gastar

Las estadísticas nos dicen que las empresas españolas necesitan adoptar nuevas formas de organizarse para afrontar los retos de un entorno altamente complejo e imprevisible. La tendencia es hacia estructuras organizativas alternativas a las jerarquías tradicionales, nuevos métodos de trabajo que requieren personas con capacidades (proactividad, creatividad, colaboración, curiosidad, etc.), y otro perfil de líder.

(Fuente: Las empresas españolas frente a la revolución del reskilling. INFORME junio de 2020).

Alimentar estas capacidades es darle alas a la digitalización de tu organización y con ello, a vuestra competitividad.

Es probable, y normal, que estés encontrando dificultades para que tu equipo humano asuma nuevas tecnologías con facilidad.

Es importante coger el toro por los cuernos y ser conscientes de que pretender que el equipo humano adapte nuevas formas de trabajar será una auténtica odisea.

Aún así, has de lograrlo si quieres seguir estando el mercado.

Ten en todo momento presente que:

  • Invertir en las personas es invertir en el futuro de la empresa.
  • Invertir en crear una cultura innovadora es dar respuesta al mercado.
  • Invertir en crear una cultura innovadora es ofrecer oportunidades al equipo humano, es fidelizar tu talento y atraer nuevo talento.
  • Invertir en crear una cultura innovadora es ser competitivo.
  • Invertir en crear una cultura innovadora es crecer de forma sostenible y bailar con los desafíos.
  • Invertir en crear una cultura innovadora es, sin duda, crear un equipo invencible.

¿Aún tienes dudas? Aquí va un ejemplo de inversión en cultura innovadora:

Jeff Bezos fundó Amazon en 1994 después de leer un informe sobre el futuro de Internet que proyectaba un crecimiento anual del comercio web de 2.300%. Tras analizarlo, decidió que su nuevo negocio vendería libros, debido a la gran demanda mundial de literatura.

Las estadísticas le habían hablado. Pudo no hacer nada después de leer el informe, en cambio decidió crear un negocio de ecommerce.

Un negocio que en estos 29 años de vida ha ido evolucionando – innovando – sin parar, por eso ocupa el segundo lugar en el ranking Fortune 500 de las corporaciones más grandes de los Estados Unidos por ingresos totales.

Para lograr que esa inversión que tú hagas en tu organización no se transforme en gasto, desde la experiencia y expertise en Kainova te proponemos apostar por el modelo de la empresa líquida, porque la cultura innovadora es intrínseca a él.

Y es que, la empresa líquida es un modelo con una estructura organizativa y dinámicas de trabajo que crean el contexto de mejora continua y trabajo con inteligencia colectiva. Y es un modelo que inyecta la innovación y disrupción en el día a día.

¿Cómo lo hace? Con líderes disruptivos entrenados para contar con las habilidades que crean el contexto para transformar la organización de forma natural.

Al final, lo que realmentenos gusta e interesa del modelo de la empresa líquida es que hace que la cultura de la empresa sea una cultura innovadora.

Y una empresa con una cultura innovadora, es una empresa imparable.

No te pierdas ninguna Gran Idea

Recibe nuestra newsletter para abordar la transformación que la nueva era nos plantea.

¿Quieres ser una empresa
imparable?

¿Pensaste alguna vez que tu empresa viviría una metamorfosis para ser capaz de fluir con solvencia en un contexto incierto y cambiante?

¿Quieres una cultura innovadora que te convierta en una empresa imparable?

Existe una forma de conseguirlo y mantenerlo:

Hacer de tu organización una empresa líquida con el método K180® de Kainova.

Te podemos contar cómo lograr una cultura innovadora en el caso particular de tu organización.

Busca un buen momento en tu agenda para nuestro encuentro.

Le informamos que los datos personales obtenidos mediante este formulario, así como su dirección de correo electrónico, han sido incorporados en un fichero del cual es responsable Kainova, S.L., con la finalidad de atender sus consultas y enviarle información relacionada con la entidad que pudiera ser de su interés. Kainova, S.L. se compromete a usar los datos recogidos mediante este formulario, únicamente para la finalidad anteriormente mencionada. El interesado declara tener conocimiento del destino y uso de los datos personales recogidos mediante la lectura de la presente cláusula. El envío de este e-mail implica la aceptación de las cláusulas expuestas. Si desea ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición en los términos establecidos en la Ley Orgánica 15/1999, puede hacerlo a la siguiente dirección Kainova, S.L.; C/ Gran Vía de les Corts Catalanes, 623, 3º1º, 08010, Barcelona, España.

Los 5 enemigos que aniquilarán tu empresa

Le informamos que los datos personales obtenidos mediante este formulario, así como su dirección de correo electrónico, han sido incorporados en un fichero del cual es responsable Kainova, S.L., con la finalidad de atender sus consultas y enviarle información relacionada con la entidad que pudiera ser de su interés. Kainova, S.L. se compromete a usar los datos recogidos mediante este formulario, únicamente para la finalidad anteriormente mencionada. El interesado declara tener conocimiento del destino y uso de los datos personales recogidos mediante la lectura de la presente cláusula. El envío de este e-mail implica la aceptación de las cláusulas expuestas. Si desea ejercer los derechos de acceso, rectificación, cancelación u oposición en los términos establecidos en la Ley Orgánica 15/1999, puede hacerlo a la siguiente dirección Kainova, S.L.; C/ Gran Vía de les Corts Catalanes, 623, 3º1<<≤≤<≤<<º<><<< 08010, Barcelona, España.

Regístrate

Recibe nuestra newsletter con contenidos prácticos para llevar la innovación y disrupción a tu empresa.