¿Sabes que la empresa 3M explica que un proyecto de co-creación, de producción de cosas físicas como pegamento, genera 146MM de euros?
¿Y sabes que eso es 8 veces más que lo que genera un proyecto con metodología clásica?
Lo que te acabo de contar es información que compartía Carlos Bezos en TEDxBadajoz, en 2013.
Ya en aquel momento explicaba también, que la co-creación empezaba a ser una tendencia interesante que incluso la mitad de las compañías Fortune 500 estaban practicando, y no sólo en marketing.
Está claro que la co-creación cada vez tiene un papel más relevante en los sistemas organizacionales y en sus cuentas de resultados.
Como evidencias no están nada mal, ¿no crees?
La charla de Bezos aporta, además, otra reflexión muy interesante y nada desfasada con nuestro momento actual.
A continuación te comparto la transcripción de esa parte que es importante destacar ahora:
“(…) Hay un pensamiento en el modelo industrial que es clave para entender por qué no funcionan las cosas. (…) Hay una cosa que se llama eficiencia y productividad. Cuando las cosas van mal, se trata de ser más eficiente y más productivo. Entonces, el rendimiento marginal de esto es cada vez más pequeño. (…) Una reestructuración, y otra, y otra más… tú puedes reestructurar cuando no tienes tecnología y la metes, por ejemplo, pero ya cuando es la quinta reestructuración y sigue sin funcionar es que ya no funciona. Entonces la eficiencia se convierte en eficientisimo y la productividad en productivismo, y se convierten en ideologías que se cargan a las organizaciones y (…) convierte a las empresas (…) en improductivas e ineficientes a fuerza de ser eficientes.”
Junto a esta situación, Carlos Bezos expone la presión adicional que ejerce la evolución de nuestra pirámide poblacional hacia una pirámide invertida, y dice:
“ (…) Cada vez hay menos volúmenes [es decir, jóvenes que representan el reemplazo generacional e incremento de consumo que implicaba una base piramidal creciente y en el que se sostenía la economía industrial]. (…) ¿Qué salida podemos tener entonces aquí? La co-creación no es un paradigma nuevo, no es una solución mágica, no es una panacea, pero es una pequeña ventana de oportunidad, porque donde el eficientisimo, no la eficiencia, el eficientisimo, ya no llega, llega la co-creación. (…) Porque la diversidad de puntos de vista, (…) traer gente de fuera que no tiene nada que ver… (…) Cuando generas esos ecosistemas, no de conocimiento, sino de creación, puedes encontrar una oportunidad de hacer las cosas distinto de lo mejor, de llegar a un nicho que no habías tocado. (…) No es la solución mágica para la crisis, pero desde luego puedes ver cosas que no verías desde la planificación desde el modelo industrial.”
Bezos lo expone bien. Ya sea por el eficientismo, el productivismo o por un sistema que ha dejado de sostenerse por sí solo, nuestras organizaciones, si no quieren ahogarse, necesitan que su cultura comprenda y genere el espacio intocable que debe ocupar en ellas la co-creación.
La revolución del talento y la co-creación
La revolución del talento.
Esta es nuestra forma de comunicar nuestra pasión por el Talento.
Una pasión que he ido alimentando con la observación de la evolución de personas con las que he trabajado a través de programas de coaching, de mentoring o de liderazgo disruptivo.
Con todas ellas he disfrutado de ese cambio que experimentan desde el cómo eran al empezar al cómo son ahora. Y lo más relevante, he disfrutado al confirmar, una y otra vez, que el potencial que cada ser humano tiene por desplegar es, en todos los casos, real.
El contexto en el que se mueva, las inquietudes intrínsecas a la persona, la situación personal y profesional en la que se encuentre… Todo ello favorece o desfavorece desplegar su talento.
Hay algo que impulsa a poner el talento en acción, y es que crean y confíen en ti.
Por supuesto ayuda que tengas alguna motivación personal para querer cultivar tu talento.
Pero, incluso en personas sin motivación personal he podido observar cómo puedes encender una mecha que le impulse a querer avanzar en su desarrollo.
Si te cuento todo esto es porque tiene mucho que ver con la co-creación.
No hay co-creación sin espacio para la expresión del talento.
No hay co-creación sin confianza.
Y al contrario.
Cuando damos espacio al talento y generamos confianza, la co-creación se convierte en una apuesta segura en la que invertir tiempo, esfuerzo y dinero.
Revisando nuestros proyectos, recordé una conversación con un Director de Recursos Humanos en la que le presentaba cómo lograr tener un equipo innovador trabajando con la co-creación. En esa conversación, obtuve de este director la respuesta habitual (si me permitís que lo exprese así, y más en el 2017). Esta persona me dijo:
“Esta empresa no está preparada para ser innovadora, aún nos queda mucho camino que recorrer”.
La coach que llevo dentro se revolvió en mí y no pude evitar compartirle una observación. Le dije:
“Que la empresa no sea innovadora no quiere decir que tú no lo puedas ser”.
Y seguimos conversando sin dar más vueltas a ese punto de la conversación.
Dos semanas más tarde, recibí una llamada de este director en la que me dijo – y lo recuerdo como si fuera ayer – :
“Es verdad, yo puedo ser innovador. Ayúdame a hacerlo con mi equipo.”
Y de ahí surgió un proyecto de co-creación con su equipo con el que disfrutaron, crearon lazos, se entusiasmaron, se involucraron y el ambiente se movió, radicalmente, hacia la colaboración.
Tras esa primera intervención, este director continuó avanzando con su equipo y dejando perplejos a otros directivos que, desde fuera, sólo observaban un funcionamiento distinto en energía, colaboración, y por supuesto, en resultados. Hasta su mobiliario y paredes transmitían algo distinto, y por tanto, innovador.
Despertamos el talento de este director al despertar al innovador que llevaba dentro.
Él y nosotros confiamos en su talento y el de su equipo.
Juntos revolucionamos los talentos.
Y la magia de la co-creación e innovación se hizo posible.
El lastre de la herencia industrial
Existe una cultura jerárquica instaurada durante muchos, muchos y muchos años, que nos impide pensar que es posible trabajar de otra forma.
Instalados en este paradigma de pensamiento, la co-creación sigue siendo un gran desconocido, a pesar de haberse convertido en un tema presente en todos los medios: webinars, conferencias, best-practices de compañías innovadoras…
Sin embargo, la realidad muestra que en la práctica, aún queda mucho por hacer.
Una de las situaciones que a menudo me encuentro en los programas, conferencias o talleres es que los directivos siguen pensando que son ellos, a título individual, los que tienen que buscar las soluciones a los diferentes problemas que se encuentran.
Es decir, los directivos y mandos intermedios todavía no cuentan con sus equipos para resolver los problemas, para buscar y crear soluciones.
Se ven a sí mismos y a sí mismas como personas que tienen que presentarse ante sus equipos con una solución cerrada. Como si dispusieran de una varita mágica capaz de arreglarlo todo.
En la actualidad, esto supone una tarea titánica y estresante, si no imposible en muchas ocasiones. Porque hoy en día, muchos de estos problemas han dejado de ser conflictos o dificultades asumibles con la experiencia y conocimientos de los que ya disponemos, para pasar a convertirse en grandes desafíos cuyas respuestas no han sido creadas o pensadas nunca antes.
Tenemos que aceptar que pretender resolverlos desde la perspectiva y capacidad de una única persona nos llevará, cada vez más, a propuestas que disten mucho de ser la mejor y más eficiente. Porque están sucediendo demasiados cambios, progresos e informaciones al mismo tiempo como para ser asumidos desde una única perspectiva.
Además, los directivos y mandos intermedios se encuentran con la problemática de no disponer de tiempo para pensar y buscar soluciones.
En el peor de los casos, y no menos frecuente, no disponen ni de tiempo para darse cuenta de que tienen instaurados en el día a día problemas que aceptan como “situaciones normales” que, si vieran y resolvieran, significarían una mejora del rendimiento de sus equipos.
En lugar de pensar y buscar soluciones de forma individual ¿qué crees que pasaría si esto lo hiciera tu equipo?
El problema es que, como directivo, aún seguimos pensando que “debo tener todas las respuestas y soluciones”.
Esto es sólo una de esas herencias, nada deseables, de la mentalidad industrial. Aprendimos a desarrollar nuestra actividad y liderazgo desde una mentalidad del poder de la jerarquía, ignorando lo más valioso que tenemos: el talento de las personas.
A pesar de que cada vez más estudios confirman que la verdadera eficiencia, productividad y rentabilidad de las empresas se asienta en la expresión del talento de las personas.
No dejemos que, como decía Carlos Bezos, la eficiencia y la productividad se conviertan en eficientismo y productivismo, y al final, en improductividad e ineficiencia. Para evitarlo, aprovechemos esa ventana de oportunidad que representa la co-creatividad al alcance de cualquier organización.
Puesto que la co-creación tiene múltiples beneficios me voy a centrar en uno que, dada la escasez de tiempo a la que los directivos de hoy se enfrentan, y dado el rapidísimo ritmo de cambio de las circunstancias en las que las organizaciones desarrollamos nuestra actividad, posee una especial relevancia y papel diferenciador:
La co-creación es una forma de resolver problemas rápidamente.
Co-creación: la herramienta que agiliza la resolución de problemas
De la misma forma que “cuatro ojos ven más que dos”
Dos mentes pensando “ven” más que una.
Si hay un problema, ¿qué mejor forma de resolverlo que buscar una solución rápida con tu equipo?
Cuando te enfrentas a un problema afrontándolo desde el equipo, cuentas con recursos adicionales de partida que te permiten generar y contar con más opciones.
Cada persona percibirá el problema desde una visión distinta y su posible idea de solución se sumará a las diversas perspectivas. De esta forma se logrará una solución más elaborada gracias a que ahora podéis contemplar la situación desde diferentes sesgos del problema y de su solución.
La solución será mejor y la ejecución de esa solución será también más eficiente y rápida.
Será mejor porque ha contado con más elementos de análisis y perspectivas de creación. Más conocimiento, capacidades y experiencias – más talento – con las que resolverla.
Será más eficiente y rápida porque el equipo se ha implicado en ella. La ha creado y ha decidido la solución final que, ahora, es su solución.
Cuando una persona decide algo, la probabilidad de que se implique a la hora de llevar esa decisión a la práctica es casi del 100%. Probabilidad que se reduce cuando alguien decide por ti.
En un momento de múltiples problemas y situaciones complejas en las dinámicas internas de la empresa, la co-creación es un mecanismo que te aportará soluciones rápidas para que puedas resolver ágilmente los obstáculos y problemas y así, invertir el tiempo en aquello que os haga crecer:
- sofisticar el sistema de ventas y asegurar su crecimiento
- mejorar los productos y servicios
- crear nuevos productos o servicios
- explorar otros modelos de negocio complementarios
- incrementar la satisfacción del cliente con una atención excelente
- mejorar la calidad de las relaciones internas
- desarrollar novedades que hagan sostenible el crecimiento del negocio
No hay Co-creación Sin Confianza
La co-creación es factible cuando existe confianza.
La gran dificultad que observo en esta solución es que los directivos no confían en que su equipo tenga la solución. Lamentablemente, es fácil que en su mente aparezca cada una de las personas de su equipo con una etiqueta asociada que le impide confiar en que su aportación pueda ser válida.
Son los temibles Prejuicios.
No se ven, pero a diario ejercen su poder en las empresas, coartando la posibilidad de expresión del talento latente y añadiendo dificultad a una situación ya de por sí complicada.
Porque al etiquetar a las personas y decidir que las personas no son capaces de aportar en la creación de soluciones e ideas nuevas, estamos malgastando un valor con el que de entrada, contamos.
La co-creación es factible cuando existe confianza.
Además, si no nos desprendemos de esos prejuicios y hacemos uso de una confianza real en la aportación que pueda hacer cada una de las personas del equipo, en una sesión de co-creación las personas del equipo no se sentirán libres de aportar su solución al problema por miedo a ser juzgadas.
Incorporar la co-creación como herramienta de soluciones rápidas y eficientes necesita que todas las personas – directivos y no directivos – abandonen los prejuicios y establezcan una forma distinta de relacionarse.
El objetivo en primera instancia debe ser darle una oportunidad a cada persona. Apóyate para hacerlo en herramientas, como puede ser el Manual Thinking, que facilitan esa eliminación de prejuicios de una forma natural no invasiva.
