Contamos cada día con infinidad de momentos en los que una acción sencilla posee el poder de cambiarlo todo.
Una de esas acciones poderosas consiste en apartar a un lado el ego y mirarse en el espejo.
Pero no vale hacerlo de cualquier modo. Para hacerlo esperando que se produzca ese momento mágico en que comprendemos cómo podemos cambiar nuestro rumbo para bien, es necesario mirarse en el espejo atreviéndonos a ver. Con la predisposición de aceptar lo que encontremos. Sea lo que sea.
Nuestro yo personal, nuestro yo líder, nuestra empresa… Todo requiere pasar por esta revisión cuidadosa que permite acceder a lo que realmente se es para comprender el modo en que articulamos nuestras respuestas, las de nuestro equipo y las de nuestra organización.
Conocer lo que realmente somos y hacemos para establecer una diferencia clara con el potencial real de lo que podemos llegar a ser y hacer.
Para avanzar como CEO, como directivo, como líder… se trata pues, de mirarse en el espejo para descubrir tu realidad: tu coherencia, tus posibilidades, tus miedos… En definitiva, tu capacidad para llevar a tu organización donde realmente quieres que esté.
Con esta propuesta de mirarse en el espejo abríamos nuestro segundo Cuaderno de Pensamiento y hoy, ésta newsletter, con la que queremos ponerte ante ese espejo que, aunque es capaz de mostrar muchos aspectos, hoy le ponemos para ti el filtro de los miedos cuando se trata de contar con Equipos Invencibles.
¿Crees que al enfrentarte a este espejo verás reflejado alguno de ellos?
Empecemos por el principio.
Nunca he conseguido entender por qué todos los CEO’s y directivos quieren tener equipos autónomos que aporten soluciones e ideas que impulsen el negocio, pero a la hora de la verdad, no cuentan con ellos.
Quiero una cosa que va a beneficiar el negocio pero no la tengo porque en muchos casos, no he puesto el foco en obtenerla. A pesar de su repercusión positiva y directa en la cuenta de resultados.
El mercado está lleno de empresas con CEOs y directivos que anhelan tener lo que yo llamo un Equipo Invencible. Esto es:
- Un equipo capaz de superar cualquier dificultad.
- Un equipo capaz de afrontar los retos con ingenio y salir airoso.
- Un equipo capaz de avanzarse a las necesidades de sus clientes.
- Un equipo capaz de aportar nuevas vías de negocio.
- Un equipo capaz de transformarse al ritmo del progreso.
- Un equipo de profesionales excelentes en todas sus vertientes.
La cuestión que debes plantearte es:
Yo, ¿quiero tener un equipo invencible?
La respuesta lógica para mí, sería: ¡SÍ!
En realidad, debería ser el anhelo de cualquier CEO que quiera tener una Empresa Imparable.
O lo que es lo mismo: una empresa capaz de crecer de forma sostenible en cualquier contexto.
¿Cuál es el problema en este asunto? ¿Por qué no encontramos equipos invencibles por doquier?
El tema, uno de esos reflejos que el espejo nos devuelve, es que cuando converso con CEO’s nunca está en su prioridad invertir en su Talento, invertir en su equipo humano, invertir en las personas que hacen posible que su empresa funcione.
Esas personas que son las únicas que van a lograr que su empresa sea imparable.
Creo que desconocen el potencial que podrían despertar si invirtieran en su talento.
Es comprensible porque hablamos de un intangible. Y las personas no nos manejamos muy bien con los intangibles.
Pero en mi experiencia personal y profesional de más de 35 años, el beneficio de invertir en este intangible es tan tangible como el beneficio de cargar el depósito del coche con gasolina.
Pones gasolina, el coche funciona.
Inviertes en talento, tu equipo se vuelve invencible y tu empresa, imparable.
Y esto es tan claro en mi experiencia que no puedo dudar de ello del mismo modo en que no dudo cuando paro a repostar en una gasolinera.
Del mismo modo, tampoco dudo de que es escuchando, observando y preguntando, que he aprendido acerca del ser humano, es decir, de la persona que hay detrás de un cargo profesional.
Es una de las cosas que más me encantan de mi trabajo: relacionarme con las personas, y al hacerlo con los CEO’s y directivos en general, he podido aprender, precisamente, algo muy interesante sobre lo que les frena ante la posibilidad de tener el equipo invencible que quieren.
Esto es:
Los miedos ocultos.
Por eso es importante ponerse ante el espejo del que te hablaba al principio, porque cabe cuestionarse qué es aquello que no me está permitiendo conseguir el equipo que quiero. Qué parte de mi está frenando todo ese potencial.
Asumir nuestra parte de responsabilidad y actuar coherentemente para levantar el pie del freno.
Déjame hablarte ahora de tres miedos ocultos que podrían estar condicionándote sin que te des cuenta:
Miedo oculto #1: ¿Tengo capacidad para liderar un equipo invencible?
Cuestiónate:
- ¿Hasta qué punto salir de mi zona de confort es natural en mí?
- ¿Hasta qué punto estoy dispuesto/a a reconocer que otros sepan más y gestionen mejor?
- ¿Hasta qué punto incrementar su autonomía me hace sentirme inseguro/a?
Es cierto, tener un equipo invencible es avanzar a la máxima potencia.
Y liderar un equipo invencible es mucho más complejo que un equipo que se limita a hacer lo que corresponde bajo tus directrices.
En resumidas cuentas, liderar un equipo invencible te pone a prueba y te obliga a estar avanzando sin parar.
Pero oye, si el equipo va a evolucionar hasta ser invencible, ¿quien dice que tú debas quedar fuera de esa evolución? Como suelo decir, un equipo es el reflejo de su líder.
¿Vas viendo ya la parte que te toca?
Miedo oculto #2: ¿Tengo un equipo directo que quiere, como yo, un equipo invencible?
En ocasiones, el/la CEO lo tiene muy claro, quiere ese equipo invencible y está dispuesto a invertir para hacerlo.
Entonces, ¿dónde está el freno? En su propio equipo.
Su equipo que le argumenta de forma convincente que hay que trabajar otros temas primero, que es necesario realizar otras acciones previas para tener éxito, etc.
Lamentablemente, en este punto, el CEO tiene una encrucijada difícil de resolver.
Por un lado, confía en su equipo, y considera que su opinión es válida. Por otro lado, quiere un equipo invencible para no perder oportunidades y posicionarse en el mercado.
¿Qué hace?
O bien deja la decisión en manos de su equipo y espera pacientemente a que en un futuro tenga ese equipo invencible. Aunque no sabe cuándo será ese futuro, 1 año, 2, 3…
O bien, impulsa esa idea, aún en contra de su equipo, a pesar de que confiar en tu equipo es clave para un CEO.
Difícil, ¿verdad?
Para salir de esta encrucijada la clave está en comprender que un buen líder es un desestabilizador de equipos.
Hay momentos en que, además de confiar, el líder ha de desafiar a su equipo para seguir impulsando la empresa al ritmo que considera en función del contexto y su situación.
No te olvides, tu equipo, también son personas, y hay que potenciar su talento. Qué mejor manera que desafiarlas a retos para lograrlo.
Miedo oculto #3: ¿Tendré que pagar salarios desorbitados?
Tener excelente talento en el mercado se asocia a salarios con cifras astronómicas.
Esta creencia puede limitar al CEO y hacerle caer en la complacencia de que tiene lo que puede pagar.
Grave error.
En Kainova siempre apostamos por despertar el talento dormido.
El talento lo tienes, aunque no lo sabes porque no lo has potenciado conscientemente.
¡No lo desperdicies!
Claro que las personas quieren un reconocimiento económico del valor que aportan. Y si este es mayor, esperarán mayor reconocimiento.
Pero piensa dos cosas:
Las personas no sólo quieren salarios altos, existen otros factores que las invitan a permanecer en su empresa y continuar creciendo profesionalmente.
Si el aporte de valor es mayor, esto se reflejará en la cuenta de resultados, por lo que el reconocimiento económico no te supondrá un problema.
Ahora que conoces estos tres miedos ocultos ante el reto de crear un equipo invencible, ¿cuál dirías que es su origen común?
Estos tres miedos reposan en el desconocimiento por parte de CEOs y directivos del beneficio que obtendrán si despiertan su talento, si invierten en su talento, en su equipo humano.
Te voy a dar un ejemplo real de cómo, sólo invirtiendo en las personas, en su talento y sin tecnología, tienes un potencial increíble.
En uno de nuestros clientes que cree en el potencial de las personas trabajamos con un grupo de managers para impulsar el talento y dotarles de las habilidades con las que despertar el talento de sus equipos.
Con una inversión en 11 personas clave, en un equipo de 100 personas, han incrementado 24.000 horas de productividad en 7 meses. Horas que se han invertido en mejoras y nuevas soluciones que les está permitiendo ser más competitivos en el mercado.
¿Todavía sigues pensando que dejar a tus miedos ocultos ganar la batalla es la mejor opción para vosotros?
