Innovadora, creativa y decidida, Carme Castro Fundadora y CEO de Kainova entiende que siempre puede mejorar algo de sí misma y mejorar, por tanto lo que desempeña. Carme Castro no concibe la rutina, el conformismo y la falta de ambición por evolucionar aprovechando las herramientas que aporta el progreso en todos los ámbitos. “La vida es cambio constante. Es lo que me permite crecer. La mejora continua es mi actitud en la vida. Innovar y Talento son mis pasiones.”
Charlamos con Carme Castro en Barcelona, ciudad que aloja su proyecto vital: Kainova. nos recomienda la lectura de Fluir (Flow): Una psicología de la felicidad, de Mihaly Csikszentmihalyi, “el libro que te permite comprender cómo se desarrolla tu rendimiento.” Se emociona en cada revisión de la peli En Busca de la Felicidad, cuyos personajes, se teme que siempre la acompañarán: “una película que inspira a no rendirte ante las adversidades, creyendo en tus capacidades.”
En la formación de Carme Castro destaca un Máster en Coaching i Liderazgo Personal- Universidad de Barcelona, Ingeniera Superior Informática – Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), Máster in Business & Technology, La Salle, un Postgrado de Diseño y Implementación de Aplicaciones Cliente/Servidor – UPC o el Postgrado de Ingeniería del Software Orientada a Objetos – UPC, PDAE Programa de Desarrollo Administración de empresas EAE, además de un extraordinaria y amplia formación complementaria.
Y es que Kainova es pionera en España en Coaching Grupal y Coaching de Equipos en comités de dirección. Desde este novedoso espacio que representa Kainova, Carme Castro es Mentora de altos ejecutivos. Es Creadora de la metodología K180® para la Transformación Organizacional que ha logrado el Premio Europeo al Talento Empresarial otorgado por la Asociación de Industria, Tecnología e Innovación en 2023, Creadora de la metodología Las 5CCP’s®: Las cinco características de la Comunicación Poderosa. Y por todo ello recibió el Premio Europeo a la Mejor Trayectoria Profesional en Innovación en la Gestión del Talento otorgado en 2023 por la Sociedad Europea de Fomento Social y Cultural.
Su carrera profesional arranca en el mundo de la informática como ingeniera de sistemas. ¿Cómo recuerda aquella época y que rescataría de aquella etapa?
Fue una etapa de aprendizaje, de crecimiento personal y profesional. Una etapa donde viví los avances de la tecnología y su irrupción en las empresas, viví el impacto de ello en las personas, y la transformación de profesiones, por ejemplo, departamentos de secretarias con máquinas de escribir haciendo facturas y ser sustituidas por un ordenador con un programa de facturación y un equipo reducido de personas introduciendo datos.
Una profesión de 22 años en diferentes posiciones y en un contexto que me permitió conocer diferentes tipologías de empresas: públicas y privadas; de diferentes tamaños desde multinacionales a micropymes, de diferentes sectores. Ahí fui consciente del valor de las personas y del significado de una cultura corporativa. Y también aprendí la dificultad que tienen los profesionales para asimilar avances que les supone un cambio importante en su profesión o en la forma de ejercerla, la resistencia al cambio.
Observaba como el comportamiento de las personas, la manera de trabajar, incidía directamente en los resultados, es decir, no estaba en la tecnología que se implementaba, si no en cómo las personas utilizaban esa tecnología y en su visión del futuro. Profesionales que las nuevas ideas las abrazaban como oportunidades de crecimiento, tanto individual como de su compañía y, en cambio, como otros ejercían sus esfuerzos en resistirse y dificultar los cambios.
Siempre me fascinó ser consciente del poder que tenemos como seres humanos para avanzar y que ese poder es individual, cada persona es responsable de sus acciones. Por supuesto, el contexto en el que te desarrolles influye, pero incluso en un contexto altamente desfavorable es posible lograr tus metas.
Esos años forjaron los cimientos para comprender en profundidad el funcionamiento de las empresas y el comportamiento de las personas en ese contexto. Entender el valor que una persona aporta y cómo la cultura corporativa puede elevar talento o matar talento.
Fue Directora de Sistemas de Información en Fira de Barcelona y Directora de Desarrollo de Software y Consultora Estratégica en Abast Group. Más de 20 años liderando equipos multiculturales en proyectos tecnológicos de gran calado. ¿Fue ese el germen de su pasión y nueva vocación por el liderazgo y el coaching?
Totalmente. Fueron muchos años liderando equipos, encontrando multitud de dificultades que me hicieron crecer al aprender a lidiar con ellas. Podría escribir un libro de anécdotas, algunas cómicas y otras no tanto. La tecnología es muy exigente, plazos de arranque de sistemas que no se podía posponer por el impacto negativo que podía ocasionar en la organización. Trabajar bajo presión genera entornos de estrés y situaciones que, en ocasiones, desbordan a las personas. Al menos era así en aquel momento.
Aprendí la complejidad que supone trabajar con perfiles diferentes y la importancia de desarrollar habilidades para favorecer una relación productiva y de bienestar con los profesionales. Los proyectos eran complejos e intervenían diferentes actores con intereses distintos, lograr alinearlos hacia un objetivo común era todo un reto.
La tecnología era bastante más sencilla que gestionar profesionales y lograr que los proyectos cumplieran en tiempo, resultados y calidad.
Fui desarrollando mi liderazgo y tomé consciencia de que en función de cómo lideraba al equipo tenía unos resultados u otros. Aprendí que el líder es el que tiene que saber cómo elevar las capacidades de cada uno de los miembros del equipo, a su vez, cohesionar equipo para lograr que el equipo esté alineado y trabaje juntos hacia el objetivo.
En mi última etapa me propuse crear un equipo de alto rendimiento. Algo que logré y eso me fascinó. La eficiencia del equipo que daba resultados extraordinarios, y lo que más me fascinó fue el ambiente que se creó. Un ambiente de trabajo de entusiasmo, ilusión y ganas de asumir retos, sin invertir tiempo adicional de nuestra jornada laboral. Descubrí la capacidad que tiene un líder de lograr un equipo de alto rendimiento, el poder de transformar dinámicas que faciliten a las personas a trabajar de forma más eficiente, involúcralos, empodéralos y serán parte activa del objetivo.
A partir de 2006 descubre el coaching a través de un máster. ¿Qué le atrajo de esta disciplina?
Realicé el Máster de Coaching con el objetivo de mejorar mis habilidades directivas, después de crear un equipo de alto rendimiento quería seguir progresando. A medida que fui comprendiendo esta disciplina entendí cosas que había hecho por pura intuición, y descubrí la fuerza que tiene esta metodología para que las personas se desarrollen sin la necesidad de esperar a que una situación te fuerce a ello, con el sufrimiento que conlleva. O sea, podías crecer y desarrollar tus habilidades desde tu situación actual. Solo necesitas querer avanzar en algún objetivo, reto o propósito de tu vida.
Llevándolo al terreno que conocía, empresas y equipos, vi la oportunidad que ofrecía esta disciplina a las empresas. Una herramienta aplicable en muchos ámbitos: directivos, managers, equipos, comités de dirección, comisiones formadas por miembros multidisciplinares. Aunque en aquel momento solo se conocía el coaching ejecutivo.
Las empresas tendrían profesionales más cualificados y éstos, a su vez, se beneficiarían de un mayor nivel de bienestar al tener recursos para gestionar las situaciones que en el contexto empresarial se producen. El potencial que aportaba esta disciplina me apasionó.
En la actualidad el coaching es una herramienta para el desarrollo de habilidades en la que nadie pone en duda.
¿En qué medida puede el coaching construir a un líder?
El coaching puede hacerlo, pero esa no es la cuestión. La verdadera pregunta que previamente se ha de formular la persona es ¿para qué quiero ser líder? Liderar es una responsabilidad que tienes que querer asumir, entre ellas los riesgos que comporta liderar.
Liderar es tener un objetivo claro, estar comprometido con él y trabajar para lograrlo. Liderar también es hacer crecer un equipo, es acompañarlos, ayudarlos, retarlos individual y colectivamente. Liderar es estar en constante aprendizaje, es tener iniciativas, ser proactivo o proactiva.
Liderar es una carrera de fondo sin fin, como me dijo una vez un directivo al que mentorizaba. Siempre puedes seguir desarrollando habilidades y expandiendo capacidades para elevar tu capacidad de liderazgo.
Si quieres ser líder entonces con un coach acelerarás tu proceso de liderazgo y, además, te facilitará anticiparte a situaciones minimizando la incomodidad y frustración ante ellas.
¿Cómo nace Kainova?
Kainova nace en el 2009, con la convicción de que la gestión del equipo humano en las empresas podía mejorarse notablemente y, por tanto, de innovar en ese ámbito. Iniciamos la trayectoria con servicios de coaching, en todas sus modalidades, y poniendo énfasis en coaching de equipo, pues sus resultados son multiplicadores respecto al individual. Fuimos pioneros en ello.
Desde el 2009 nos hemos enfocado en cómo aflorar el talento del equipo humano de la forma más natural posible, para reducir la resistencia al cambio y facilitar que los profesionales valoren el desarrollo de su talento como una oportunidad para disfrutar de su actividad profesional. Por otro lado, medir el impacto de invertir en talento a nivel cualitativo y cuantitativo. Las empresas necesitan conocer el ROI de su inversión en Talento, como en cualquier otra área de la compañía.
¿Cuáles son las especialidades que presta Kainova?
Kainova presta servicios a las empresas para aflorar y potenciar el talento del equipo humano. Estos servicios pueden tener diferentes formatos en función del objetivo.
Estamos especializados en transformación organizacional. Hacemos proyectos con las empresas para su transformación cultural hacia una empresa flexible, ágil, en constante movimiento e innovación.
Acompañamos desde el equipo directivo a toda la organización, a incorporar la estructura que permite la flexibilidad y dinámicas de trabajo que aceleran el desarrollo de talento, la mejora continua y la innovación. Es así cómo generamos esta cultura corporativa en donde las personas aportan su máximo valor disfrutando con lo que están haciendo, a la vez que están generando ideas, incorporando el hábito de la mejora continua e instaurando la innovación en el adn de la empresa.
Depende de donde partimos, el proceso de cambio es distinto. Por eso no trabajamos con un porfolio de servicios rígido, ya que pensamos que es crucial diseñar la estrategia para cada caso específico.
¿Cuáles son las principales herramientas que utiliza Kainova para ayudar a sus clientes a mejorar el rendimiento de sus equipos?
Diseñamos proyectos con una hoja de ruta en la que se definen las intervenciones adecuadas para lograr el objetivo. El foco radica en lograr una transferencia real al puesto de trabajo que debe repercutir en un incremento de la capacidad productiva de los profesionales.
Nuestras principales herramientas son la fusión de disciplinas como el coaching, mentoring y formación de alto impacto. Herramientas propias de Kainova, como Las cinco características de la Comunicación Poderosa®, un estilo de comunicación que transforma pensamientos. La metodología K180® para la Transformación Organizacional con la que logramos dar un giro de 180 grados al equipo humano para que la empresa se convierta en una empresa ágil y flexible, cazando las oportunidades del mercado, tal y como el contexto incierto e imprevisible está exigiendo para crecer de forma sostenible.
¿Cuál es el perfil de sus clientes?
Cualquier empresa que apueste por el Talento, que valore el potencial que le aporta para diferenciarse y crecer en este entorno altamente competitivo y fluctuante.
Tenemos clientes de diferentes sectores y tamaños, nuestra propia flexibilidad nos permite adecuar el proyecto a la necesidad y característica de la empresa. Nuestro compromiso con el cliente es obtener resultados, por ello la estrategia en el diseño es clave para que las intervenciones y el orden de las mismas permita alcanzar el objetivo.
¿Qué ha aprendido Vd. misma como CEO de Kainova del coaching?
Como CEO considero que es valioso formularte preguntas poderosas, potentes, preguntas que te hagan cuestionar desde ángulos no lineales, preguntas que pueden ser formuladas por cualquier persona del equipo, un colaborador o un cliente.
Las buenas preguntas te facilitan ampliar las posibilidades, plantearte opciones que no hubieras valorado sin una pregunta, debatir y discurrir generando nuevas ideas. Enriquece la capacidad de observar y pensar de forma distinta. Ayuda a imaginar y crear, en definitiva, a innovar.
También el coaching me ha permitido trabajar con el equipo con un liderazgo disruptivo, hacerlos crecer, preguntando en lugar de decidiendo, permitiendo que exploren, se equivoquen y aprendan de ello.
En Kainova fomentamos el pensamiento crítico y creativo, prácticamente en todo lo que hacemos. Eso nos permite explorar y avanzar al ritmo de los cambios, pues, como empresa, también nos afecta lo que sucede en el mercado.
¿Qué análisis hace del prototipo estándar de CEO?
Una pregunta que no tiene una única respuesta ya que lo primero que te preguntaría es ¿qué significa estándar?
No creo que exista un prototipo estándar, ya que las características de la personalidad del CEO generan un sello único en su estilo de liderazgo de la empresa.
Por ejemplo: Steve Jobs, una persona incomprendida en su momento e innovadora, sin duda, que veía lo que nadie veía, con un alto nivel de exigencia, estaba poniendo su personalidad en la construcción de su empresa.
Por tanto, cada CEO pone su personalidad, si es innovador o conservador, si es analítico o pasional, si necesita pruebas fehacientes o simplemente creer en ello, su nivel de aversión al riesgo, etc.
Simplificando creo que predominan dos perfiles, aunque luego exista la particularidad del profesional: los CEO’s analíticos, metodológicos, orientados a resultados, pero con el control del proceso para alcanzarlos y los CEO’s orientados a resultados que suelen ser más visionarios.
Aunque quiero insistir en que cada CEO es único, ya que cada persona es única.
¿Qué características debe tener según Vd. un CEO para convertirse en un líder?
Son muchas las características de un líder. Voy a mencionar las que considero imprescindibles.
La comunicación poderosa, ya que la comunicación es su principal herramienta para influir e inspirar.
Ser un visionario para hacer crecer la empresa.
Ser un modelo y ejemplo, como profesional y persona.
En los valores, su comportamiento debe ser el mismo que espera de su equipo humano.
En los resultados, no puede exigir lo que no dé.
Creer en las personas de su equipo, darles oportunidades y acompañarlas a que se desarrollen.
Recordemos que liderar es lograr que el equipo humano te siga, o lo que es lo mismo, quiere contribuir y ser parte del propósito de la empresa.
¿Qué es lo que más le apasiona de su trabajo?
Observar a los profesionales disfrutando de su trabajo, lo veo en la expresión de su cara, en el dinamismo con el que se mueve en su actividad, en los resultados que obtiene y le estimula a seguir desarrollándose.
Esa transformación que se produce en la organización, tenemos que ser conscientes que es gracias a la contribución de cada una de las transformaciones individuales, junto a nuevas dinámicas de trabajo que potencian la mejora continua y el desarrollo del talento. Todo ello, en su conjunto genera que la empresa sea diferente a la que era cuando empezamos a colaborar con ellos. Hemos contribuido a crear una cultura, un contexto, adecuado a las necesidades actuales, unas nuevas capacidades que los profesionales tienen que aprender y por eso les acompañamos.
Cuando un profesional comprende lo que hace, el valor que aporta en la empresa, se le reconoce, tiene las herramientas y se le lidera, su nivel de compromiso e involucración se dispara.
¿Hay algo de ti, como CEO (aprendizajes, reflexiones) que te gustaría compartir con alguien que quiera ser un buen CEO?
El/la CEO es un ser humano, y no puede saberlo todo, se equivoca, tiene miedo, inseguridades y momentos en los que desparece la claridad mental.
Reconoce tu humanidad, te facilitará conocer tu capacidad productiva, dimensionar tus esfuerzos, y ser comprensivo/a contigo misma/o cuando por circunstancias no puedas estar a la altura del nivel de exigencia de la posición. Aprenderás a tener los recursos para que la empresa funcione a pleno rendimiento, aunque tu no estés a pleno rendimiento. Aprenderás a que sea el mínimo tiempo posible, en consecuencia, que no impacte en la empresa. Por otro lado, te ayudará a ser comprensivo con el equipo humano y saber equilibrar la exigencia con la humanidad, ya que no están reñidas.
Hay que saber en cada momento lo que es apropiado, por eso te comparto una apreciación: gestionas una empresa y tratas con personas, aquellas que realizan las actividades que la empresa necesita para lograr su visión.
Vía: Urban Beaat